En muchos lugares costeros de España estrés y verano son, con demasiada frecuencia, vocablos inseparables. El calor y la humedad son factores naturales que propician esta tensión, pero hay otras circunstancias que agravan la sensación de agobio en estas fechas. La psicóloga Minaya Benavente explica que el estrés afecta a quienes viven en estas ciudades todo el año y también a los trabajadores de temporada, pero por motivos diferentes. Los residentes se agobian porque, de repente, la ciudad o el pueblo se llena de gente, el tráfico se vuelve infernal, es imposible encontrar aparcamiento, se llega tarde a todas partes y, además, muchos tienen a los niños en casa por vacaciones escolares y a pesar de ser el momento del año en que menos tiempo tienen para atenderles. «A priori debería ser más sencillo, porque ya no tienes que preocuparte por sus horarios, por recogerles de las actividades escolares… Pero en ocasiones no sabemos estar con ellos», señala la experta.

Pero son las visitas estivales las que más caos crean en un hogar. «No se acuerdan de que vives aquí hasta que llega agosto, tragas con gente que no es ni familia ni amigos, por puro compromiso, y encima quieres agradarles sobremanera, a pesar de que estás trabajando. Haces la compra pensando en los visitantes y quieres tener la casa aún más limpia», apunta.

Como consecuencia, se duerme mal, no se respetan ni las horas de descanso ni las siestas y se come peor. Si el tráfico, los niños en casa y el cambio de hábitos afectan a los residentes, los trabajadores de temporada padecen por la cantidad de horas que trabajan y el tipo de turnos que deben hacer. «En hostelería es muy frecuente que cuando salen del trabajo no se puedan dormir. Tienen el ritmo de sueño cambiado, pero no es lo mismo dormir de día que de noche. Además, muchos no vienen sólo para hacer la temporada sino que también quieren ir de fiesta», añade.

Para combatir el estrés estival, Benavente recomienda marcarse un horario de sueño con un mínimo de 7 horas diarias y procurar que la alimentación sea ordenada y sana, evitar la ingesta diaria de paellas y bocadillos y decantarse por la fruta y platos ligeros. Aconseja también prever que se tardará más en llegar a los sitios y salir con antelación. Otra pauta a seguir es reservarse 15 minutos de ocio personal al día y aprovechar el tiempo libre, no para poner lavadoras sino para ir a la playa, de cena o tomar un café. La norma principal es estar de buen humor.