La riqueza arquitectónica de Málaga es indudable. Lo que es más cuestionable es la conservación de ésta. Además, el desconocimiento de los malagueños sobre su legado hace que no valoren lo que tienen. Por esta razón Nicolás Sánchez decidió crear a finales de 2008 su blog Salvemos-Málaga. Mediante esta red de información, este licenciado en Historia de 23 años, denuncia e informa sobre la situación patrimonial en la que se encuentra la capital de la Costa del Sol. Ayer paseamos con él por algunos de los lugares más necesitados de ayuda urgente, los que bien podrían ser rehabilitados y utilizados como contenedores culturales para Málaga 2016, reciclaje que supone uno de los ejes del programa por la Capitalidad.

«Estamos lejos de poder decir que se valora el patrimonio», explica con contundencia Sánchez. Hay muchas zonas de la capital que no están bien o que están muy descuidadas, como es el caso del barrio de El Perchel, donde se han perdido sus corralones tan característicos, que eran cuidados por los vecinos de la zona. Para este joven, «lo peor» de este barrio es la situación en la que se encuentra el Convento de San Andrés, que data del siglo XVI y donde el general José María Torrijos pasó sus últimas horas antes de ser fusilado. «Es una pena», resume.

El entorno de la judería es otra zona de la ciudad que, a su entender, está «mal conservada»: por ejemplo, se han derribado los adarves, que eran pasillos sin salida, junto a la muralla, por los que los centinelas hacían sus guardias. Además, Sánchez critica la construcción de una plaza, la de La Nieve, en la zona: «Puedes rehabilitar el patrimonio, sin reinventarlo, sin que sea un parque temático». Tiene claro que «Málaga no puede estar anclada en el pasado», aunque, afirma, «el patrimonio no está reñido con el desarrollo de la ciudad».

Iniciativa privada

A su juicio del joven licenciado en Historia, la iniciativa privada, en algunos casos, ha sido la que se ha preocupado por la conservación de muchos edificios emblemáticos o representativos de Málaga: «A veces, son los únicos que se han preocupado por hacer las cosas bien». Por contra, los políticos, asegura, están «despreocupados» por el patrimonio malagueño, ya que «se mueven por intereses electoralistas».

En este punto, este licenciado en Historia, recalcó que los grupos de trabajo que estudian las distintas posibilidades que puede tener un entorno o, más concretamente, un edificio, deberían estar formados por todo tipo de profesionales, como historiadores o arqueólogos, entre otros, y no sólo por arquitectos y políticos, que en ocasiones desconocen el tema en su absoluta profundidad. Un ejemplo más, según Sánchez, de que la cultura en Málaga «no ha contado para nada».

Pero no sólo hay pasotismo en Málaga. En ocasiones, la actitud y la voluntad de la ciudadanía contribuyen a la conservación patrimonial, acciones que, según Nicolás Sánchez, «no se reducen a firmar sólo un papel de firmas». Aunque todavía son pocos, operan algunos grupos en Málaga que han nacido con el objetivo de luchar por la conservación del patrimonio de la ciudad. Es más, el objetivo de Sánchez es crear una asociación cultural, junto a algunos amigos, para velar por el mantenimiento arquitectónico de Málaga. Ya tienen las bases de ésta redactadas, y, sobre todo, muchas ganas y empeño.

Málaga 2016

Málaga 2016 podría ser la respuesta a todas las plegarias de Nicolás Sánchez y los patrimonialistas. O no. La intención de la Fundación de ocupar y poner en valor y uso edificios y solares olvidados es positiva sobre el papel, dice el joven experto, siempre y cuando «sean capaces de llevarla a cabo». Porque, bajo su punto de vista, hay muchas «promesas incumplidas», como planes de rehabilitación de edificios que, finalmente, han terminado cayéndose. No obstante, este blogger asegura que apoyará la candidatura de Málaga para Capital Europea de la Cultura en 2016, pero siempre y cuando «no se reinvente lo que nunca hubo» y «la política cultural sea aceptable».