«La experiencia es la madre de todas las ciencias». Es un refrán perfectamente aplicable a cada uno de los ancianos que celebraron ayer la séptima edición del Día de los Abuelos, en Torremolinos, el único municipio malagueño que organiza esta fiesta. Una mujer, Francisca Santa María Huidobro, recordaba esta bonita frase y confesaba que «a los abuelos nos tienen en palmitas».

Y es que lo que es experiencia, a esta sabia mujer no le falta. Maestra, periodista, poetisa, artista, historiadora, puericultora y psicóloga, entre otras ocupaciones, para Francisca, «la mejor herencia que se puede dejar a un hijo es cultura y preparación».

Nacida en Burgos, criada en Santander y afincada en Málaga desde hace más de 30 años, Francisca dirigía el telemarketing de un periódico. Posteriormente, le nombraron coordinadora de prensa, radio y televisión del Baile Retro de Torremolinos.

La vida de esta mujer está repleta de anécdotas, pero entre todas ellas destaca una. Y es que, allá por el año 1960, en Santander, Francisca fue atropellada por un coche en el que viajaba una persona inesperada: Emilio Botín padre. Aunque quien conducía era el chófer del magnate, que daba la casualidad de que estaba jubilado. Francisca, que estuvo hospitalizada durante dos meses, recibía a menudo la visita del banquero: «Botín iba a verme para que no le llevase a juicio». Sin pedirle nada, Botín le indemnizó con 50.000 pesetas, que era lo que valía un piso por aquel entonces. Sin embargo, la historia se transformó en rocambolesca 11 años después, cuando Francisca se dio cuenta de que se le había desprendido un riñón del cuerpo como consecuencia de aquel accidente.

Homenaje

Ana Sánchez Millán, que cumple años hoy, es otra de las mujeres que ayer asistieron al acto de homenaje a los abuelos. Nacida en Málaga, lleva 25 años viviendo en Torremolinos. Le encanta quedarse en casa con sus siete nietos, ir con sus hijos a la playa y salir a pasear con sus amigas, aunque no le gusta bañarse. Se queja porque no le han dado una pensión tras 35 años conviviendo con su marido, ya que no se llegaron a casar, pero siente un gran aprecio por su alcalde: «Tenemos un alcalde muy especial, que está haciendo muchas cosas buenas por los mayores y por Torremolinos».

María Luisa Quesada, otra de las participantes en este acto, afirma que lo mejor es transmitir a sus hijos sus valores y experiencias que ha vivido. De padre militar republicano y maestro armero, y de madre maestra y bordadora de la Reina Victoria, a esta señora le encanta la playa, la piscina y sobre todo pasear, mientras espera a que lleguen sus nietos al mundo. María Luisa fue una de las protagonistas de una jornada dedicada a todos nuestros abuelos.