El accidente del Rey en Botsuana ha sido la gota que ha desbordado el vaso y ha sumido a la monarquía en “una larga hora oscura”, dice Pilar Urbano, buena conocedora de los entresijos de la familia real. Urbano pide “estatura patriótica” a don Juan Carlos para favorecer un “relevo tutelado” del Príncipe en caso de peligrar la Corona.

-¿Considera suficiente la declaración del Rey?

-El Rey ha manifestado la culpa y el propósito de enmienda pero falta la absolución ¿es suficiente? La pelota está en el tejado de los españoles. Yo creo que es un gesto Borbón de saber lidiar con un pase natural de pecho una página difícil. Ha puesto ojos de arrepentimiento y a mucha gente le ha parecido sincero, pero la pregunta sigue en pie: ¿es suficiente? Si no lo es, requeriríamos unas explicaciones: qué hacía tan lejos cazando elefantes y quién pagaba eso.

-¿Debe darlas?

-Puede darlas pero no tiene porqué. Constitución en mano, el Rey no tiene obligación de informar, en cambio tiene el derecho a estar informado. Si no se quiere que sea así, hay que hacer una ley de la Corona para que el Rey esté bajo control del Gobierno o del Parlamento. Estaríamos entonces en un nuevo sistema, que no es el de confianza sino de desconfianza.

-¿Es ético y estético que el Rey de España cace elefantes?

-El Rey dice que caza por ecología, para mantener la renovación de la especie. Le gustan los toros, la caza y los motores, que contaminan bastante, no es como la Reina y el Príncipe, no es un ecologista. Lo ocurrido ahora ha hecho ver que al Rey no le quitamos el sueño, que estaba distraído en un ocio exótico y caro cuando España lo está pasando mal y está a punto de ser rescatada por Europa: ‘Usted, majestad, no está siendo nuestro rey’.

-¿De saberlo, Rajoy debía haberlo disuadido del viaje?

-El Rey debe ser prudente y saber si una cosa es o no oportuna, tener el olfato, el instinto, la inteligencia de la política.

-España es más juancarlista que monárquica, ¿esto ha dilapidado el prestigio del Rey?

-Lo que ha gravitado sobre este asunto es el caso Urdangarin, que está pesando como una losa. Eso, y ver que el Rey está ajeno a nuestra precariedad económica y que en lugar de vivir austeramente practica un ocio caro, de alto riesgo y de emociones fuertes, ha hecho reventar la confianza.

-Malo que el Rey se pagase el safari con la asignación del Estado, pero peor que se lo hayan pagado, porque ¿a cambio de qué?, argumentan algunos.

-Parece ser que ha sido invitado por unos amigos, pero no tiene por qué ser con una comisión. No tiene por qué. Es una pregunta infectada. El Rey ha estado en Arabia y en Kuwáit apalabrando petróleo para España y en esos países, como en otros, suele funcionar el protocolo de invitarse a cacerías o hacerse regalos. Con eso no podemos ser catetos, el Rey ha ido amuchas cacerías en países muy lejanos, y a caza muy mayor.

-¿Se acabaron en lo sucesivo?

-No tiene por qué. El Rey lleva tiempo cazando elefantes y tigres: con Putin, en Kajastán, en Noruega, en Zimbabwe... y se ha sabido, pero en esta ocasión, después de lo de Urdangarin, se ha desbordado el vaso. El Rey no estaba donde tenía que estar y, si a eso se añade que había una compañía femenina extraña, se produce el escándalo. Eso, y que la Reina se fuese a celebrar la Pascua a Grecia y no regresara de inmediato, como ha hecho siempre, hizo encender todas las luces de alarma.

-¿La autoridad moral del Rey ha quedado en entredicho?

-El Rey no tiene poder, tiene autoridad y la autoridad moral se pierde cuando emite noticias no ejemplares: asunto Urdangarin, disociación de la pareja regia, familia desestructurada, un chavalín que está con su padre y no le protege de las armas de fuego, doña Elena y Jaime de Marichalar no llegan a coincidir en la habitación de su hijo enfermo, la infanta Cristina y Urdangarín no pueden venir a España, los Príncipes no quieren contaminarse en la fotografía...Todo eso merma la autoridad moral del Rey.

-¿Dónde están los límites de la privacidad de un rey?

-Los reyes son y están siempre, y tienen que saber dónde están. Pero un rey tiene también su alcoba, y retrete, y momentos de desahogo y de descanso. Hasta ahora se había hecho todo muy a la vista: el yate Fortuna, Marivent, Zarzuela, algún coto social de caza y, de pronto, hay otra vida que no conocemos... Es vida privada, ¿es mala?, ¿es buena?, yo no puedo entrar en la ética. El Rey no está bajo control pero si queremos que esté bajo control en lo privado, repito, hay que hacer una ley de la Corona. Fuera de esto, no es aconsejable que un hombre de 74 años, y que es rey, se ponga en situaciones de riesgo.

-Para colmo, el exsocio de Urdangarín ha implicado al Rey en gestiones a favor de su yerno.

-El juez ha incorporado al sumario esos e-mails. No huelen bien, desasosiega. El Rey es irresponsable políticamente y su figura es inviolable pero, si el Rey atropella a un niño o en una cacería se le dispara la escopeta y mata o hiere a un guardia, el Rey es responsable penalmente. En este caso, estaríamos ante un supuesto de ejercicio de influencia que el juez debe esclarecer.

-¿El Rey debería abdicar?

-Estamos en una larga hora oscura de la monarquía y hay una puerta abierta muy luminosa: un Príncipe muy bien preparado, mejor de lo que estaba su padre. El relevo tutelado, que el Príncipe ejerciera funciones de jefe Estado durante la convalecencia es una salida. Eso suponiendo que el Rey se sintiese desautorizado o cansado. O considerase que tiene el desafecto de los ciudadanos y que la Corona podría peligrar. En ese caso, es cuestión de estatura patriótica.