Tras un silencio de años, Isabel Sartorius, la exnovia del príncipe Felipe, refleja en el libro «Por ti lo haría mil veces» (MR Biografías) la relación con el heredero a la Corona de España, su vida en Lima o la muerte de su madre.

¿Por qué una persona tan discreta habla de todos los entresijos de su pasado?

En realidad, no es tanto mi vida sino pasajes autobiográficos. La idea, en un primer momento, fue escribir sólo sobre la codependencia. Contar lo que yo había vivido, si puede ayudar a que los demás se conciencien. Entonces murió mi madre y yo ya lo había hablado con ella.

¿Ha supuesto una terapia?

Yo la terapia ya la había hecho hace mucho tiempo, con lo cual el libro lo que ha hecho es acercar el problema a los demás.

¿Ha logrado el objetivo de que sirva de ayuda a otras personas?

A otra gente, muchísimo, he recibido muchas cartas. Se acercan muchas mujeres y familiares de gente con cualquier tipo de adicción para darme las gracias, porque muchas veces los psiquiatras te dicen que es normal que tengas ansiedad cuando has perdido un familiar con alguna adicción. Pero este «virus», como yo lo llamo, es mucho más que ansiedad o malestar, es una condición emocional y psicológica que puede afectarte muy fuerte al cerebro.

¿Cree que gracias a este libro ha aflorado Isabel Sartorius, la persona, para dejar atrás el personaje de novia del Príncipe?

Pues no lo sé, y eso lo tienen que decir los de fuera, porque mi percepción de mí misma va a ser siempre la misma.

¿La relación de su madre con las drogas la alejó a usted de ellas por completo o ha llegado probarlas para saber cómo se sentía ella?

El problema de mi madre con las drogas, tanto a mí como a mis hermanos, nos alejó, le cogimos un rechazo enorme.

Usted, que habla de una Zarzuela ordenada, ¿piensa ahora lo mismo?

No me va a creer, pero yo ya no pienso en eso. Hoy en día solo pienso en cómo ayudar a la gente que lo necesita, pero nada más, no pienso en el pasado.

Lo suyo con el príncipe lo calificó de flechazo. ¿Sigue considerándolo un amigo cercano?

El príncipe sí, sigue siendo un amigo muy cercano.

¿Ha conseguido ser menos pasional, como le aconsejaba don Felipe durante su noviazgo?

Sí, sobre todo con la edad lo he conseguido.

De doña Letizia dice que siempre la anima. ¿La ha animado durante la redacción y presentación de este libro?

No. En general sí, ella es así, transmite mucha fuerza y siempre me anima.

¿Sabe si han leído el libro?

No tengo ni idea, prefiero no preguntárselo.

¿Aprendió algo de la relación con su madre que le sirva ahora para educar a su hija sin hacerla partícipe de sus altibajos?

Sí, por su puesto. Yo creo que todos aprendemos de nuestras madres, no solo yo, y luego lo aplicamos a la educación de nuestros hijos. Tendría que pensar detenidamente qué es exactamente lo que aplico que aprendí de mi madre, pero yo intento enseñarle disciplina y, al mismo tiempo, mucho orden, y quizá yo no tuve eso.

Historias que usted ha desmentido, como esa supuesta conversación entre la mujer de su padre y la Reina sobre su embarazo, que podría ser del príncipe. ¿Cómo lo vivió en aquel momento?

A mí todo eso me llega por la prensa, pero no me afecta demasiado.

¿Cómo vive la crisis una persona de la alta sociedad como usted?

Nos afecta y la vivo en gente muy cercana a mí, tengo muchos amigos sin trabajo, y leo los periódicos, es un horror...

¿Considera que ahora está peor visto socialmente el consumo de drogas que cuando su madre empezó a consumir?

Yo creo que asusta en general cuando hay drogas, porque mal visto estaba antes y está ahora. Además yo los trato como enfermos, no los juzgo duramente, son almas en vilo que, por lo que sea, no pueden vivir la vida en la realidad, y se evaden; pero juzgarlos no. Yo creo que nadie lo hace por otra cosa que no sea debilidad. En general, en casi todo el mundo que se droga veo más la debilidad que el vicio.