Más de 1.400 niños mueren cada día en el mundo a causa de la malaria, una situación que la ONU calificó ayer de "tragedia monumental", teniendo en cuenta que son vidas que se podrían salvar con una inversión muy poco costosa.

En la víspera del Día Mundial contra la Malaria, la ONU difundió un mensaje del secretario general, Ban Ki-moon, que destacó que la situación ha mejorado con respecto al año pasado, cuando la cifra de menores fallecidos por paludismo superó los 1.900, pero consideró inaceptable la alta mortalidad a causa de esta enfermedad.

"Sigue siendo una tragedia monumental que cada segundo que pasa muera un niño a causa de la malaria, pero podemos ver cierta esperanza en las muchas vidas que se han salvado gracias a las intervenciones internacionales", señaló Ban en su mensaje.

El secretario general destacó que "más niños están durmiendo seguros con mosquiteras, más familias se están concentrando en habitaciones protegidas de los mosquitos (transmisores de la malaria) y más pacientes reciben las medicinas que necesitan".

"Estos esfuerzos han salvado más de un millón de vidas. Desde 2000, las tasas de mortalidad por la malaria han caído más de un 25 % globalmente y más de un 33 % en África", señaló Ban, quien reiteró que el objetivo es "cero muertes por malaria" en 2017.

Ban subrayó que "en este mundo de abundancia no hay excusas para intervenir e invertir de manera inteligente", porque un examen de diagnóstico rápido cuesta unos 50 centavos (de dólar), los medicamentos contra la malaria en torno a un dólar y una mosquitera para varios niños con una duración de tres años unos cinco dólares.

"Son sumas modestas. Podemos reducir incluso más los costes si financiamos la investigación para encontrar mejores soluciones. Incluso mientras intentamos prevenir hoy las muertes por malaria, debemos invertir en la próxima generación de herramientas contra la malaria (...) y avanzar hacia una vacuna", afirmó Ban.

El secretario general de la ONU hizo un llamamiento para cubrir la totalidad de la financiación de 3.200 millones de dólares necesaria para lograr y mantener una cobertura universal en África.