La Sociedad Max Planck, que fue galardonada este miércoles con el Premio Príncipe de Asturias de Cooperación 2013, es una de las instituciones dedicada a la investigación extrauniversitaria más destacada de Europa y procura permanentemente atraer a los mejores científicos del planeta.

La cooperación internacional es uno de los pilares del trabajo de la Sociedad Max Planck, como lo muestra el hecho de que un tercio de los directores de instituto y la mitad de los aspirantes a doctorado tienen nacionalidades distintas a la alemana.

La sociedad fue fundada en 1948 y desde entonces 17 de los científicos que han trabajado en sus institutos han sido galardonados con el Premio Nobel.

Actualmente cuenta con 82 institutos dedicados a diversas disciplinas, tanto en el terreno de las ciencias naturales como en el de las ciencias sociales, siempre en el marco de la investigación básica y al margen de influencias de la política y la industria.

La lista de los institutos, en la que figuran desde el Instituto Max Planck de Astrofísica hasta el Instituto Max Planck para la Investigación de Sociedades Multiétnicas y Multirreligiosas, muestra la variedad de los temas de investigación.

Cada uno de los institutos ha surgido de planteamientos de un científico de elite a quien se le da mano libre en la definición de su terreno de investigación y en la elección de sus colaboradores.

Los diversos institutos se dedican a áreas de investigación especialmente innovadoras y que requieren un alto presupuesto.

La sociedad tiene una estructura abierta que le permite abrir nuevos institutos para buscar respuesta a nuevos desafíos científicos y cerrar otros, cuando las áreas a las que se dedican han logrado entrar al mundo de la investigación universitaria.

Según el presidente de la sociedad, Peter Grüss, la tarea fundamental es "explorar las fronteras del conocimiento".

Por ello, según agrega Grüss en un texto que encabeza la página web de la sociedad, se observan permanentemente los ámbitos de investigación en los que hay una dinámica especial, lo que en ocasiones lleva a la creación de nuevos institutos.

Desde 1998, además, la Sociedad Max-Planck tiene, en cooperación con las universidades, un programa para atraer a estudiantes de doctorado a Alemania.

La organización premia a los mejores doctorados con la medalla Otto Hahn y les ofrece condiciones financieras para hacer investigaciones postdoctorales en Alemania.

Además de los institutos, existen centros Max Planck en países como Argentina, China o Estados Unidos.

La sociedad debe su nombre al premio Nobel de física Max Planck, quien tras la II Guerra Mundial fue uno de los promotores de una institución que reemplazó a la Sociedad Emperador Guillermo con sus mismos principios, como la dedicación a la investigación básica y la búsqueda de la excelencia.