El aborto genera división de opiniones en España y mientras un 44 por ciento de los ciudadanos lo ve aceptable, el 39 por ciento lo rechaza, además, el 16,1 por ciento tiene una posición intermedia al respecto, según un estudio internacional de la Fundación BBVA realizado en 10 países europeos.

El informe, presentado hoy, analiza los estilos de vida, los valores y las creencias de los ciudadanos europeos a través de 15.000 encuestas -1.500 en cada uno de los diez países, entre ellos España-.

Los españoles en general se muestran satisfechos con su vida (una media de 6,7 en una escala de 0 a 10) y otorgan, al igual que el resto de europeos, mucha importancia a la familia, la salud, los ingresos, el trabajo, la relación de pareja, los amigos y el tiempo libre.

El informe también indaga sobre la aceptación de prácticas sociales "objeto de controversia moral" tales como el aborto, el matrimonio homosexual y la eutanasia.

Así, el 46 por ciento de los europeos está a favor del aborto y el 34,3 por ciento, en contra, siendo Suecia el país que más lo tolera (el 83,6 por ciento), seguido de Dinamarca (82,1), Países Bajos (66,6), Francia (62,4), República Checa (52,5) y España (44 por ciento).

En España el 39 por ciento cree que es inaceptable y el 16,1 por ciento dice tener una posición intermedia.

El país más contrario a esta práctica es Polonia (52,4 por ciento lo rechaza), seguido de Alemania (39 por ciento frente al 37 que lo acepta), Italia (41 en contra y 41,5 a favor) y Reino Unido (43,4 por ciento a favor y el 31,6, en contra).

Los ciudadanos españoles que ven aceptable el aborto son los más jóvenes, con mayor nivel de estudios, que se sienten identificados con la izquierda como ideología política y que no pertenecen a ninguna religión.

El matrimonio homosexual y la adopción de un niño por parte de estas parejas crea mucha división entre países, de forma que España, Dinamarca y Suecia se distinguen del promedio europeo al ser aceptadas estas prácticas por la mayoría: el 56 por ciento los españoles está a favor frente al 41 de la media europea.

El 52 por ciento de los españoles opina que es aceptable la adopción de hijos por parte de parejas homosexuales y en el conjunto europeo la cifra desciende hasta el 38 por ciento.

A la pregunta de si creen o no aceptable la eutanasia y en una escala de 0 a 10, la media española se sitúa en el 6,4, por lo que tiene un nivel de tolerancia a esta práctica medio-alto.

Aunque la mayoría de los países estudiados pertenece a una religión -el 66 por ciento en el promedio europeo y el 71 por ciento en España- el nivel de religiosidad declarado, salvo en Italia y Polonia, es bajo: en España el 4,4 en una escala de 0 a 10 y la media en Europa se sitúa en el 4,6.

Para el 43,8 por ciento de los españoles la Biblia es un "libro antiguo de fábulas, leyendas, historias y preceptos morales escritos por el hombre" y para el 14,3 por ciento es "realmente la palabra de Dios y debe tomarse literalmente palabra por palabra".

Hay un alto convencimiento en España de que la religión debe estar separada de la política (8,2 sobre 10) al igual que la media de los países analizados (8,1); además, la mayoría de los españoles está de acuerdo en que el Estado no debe proporcionar ayuda económica a ninguna religión (6,5 sobre diez).

En cuanto a los aspectos más importantes en un trabajo, la mayoría de los españoles prefiere que le permita un equilibro entre trabajo y vida privada (32,9 por ciento), seguido del contrato indefinido (23,8 por ciento) y el salario (23,2 por ciento). La media europea prefiere un buen sueldo (31,6 por ciento).

El nivel de identificación de los españoles con su ciudad (7,5 sobre 10), región (7,4) y país (7,2) es similar al del resto de los países analizados, aunque baja al ser preguntados respecto a Europa (5,9).

En este sentido, Reino Unido es el país cuyos ciudadanos se sienten menos identificados con Europa.

La mayoría de los españoles opina que el matrimonio no está pasado de moda, sino que es una institución vigente y apoya ampliamente la igualdad de género respecto a la contribución a los ingresos al hogar, el trabajo y la crianza de los niños.

Además, según el estudio, los españoles tienen una mejor percepción del pasado que del presente o del futuro, al igual que el resto de europeos.