¿Esperaban que la inyección de gas del Castor generara seísmos de hasta magnitud 4.2?

No esperábamos seísmos de esta magnitud. Los sismógrafos que hemos instalado para el Observatorio del Ebro son ultrasensibles porque lo único que pensábamos que se podían dar eran microseísmos realmente pequeños.

¿Cree que era arriesgada la inyección de gas junto a la falla de Amposta catalogada activa y con un potencial para generar seísmos de hasta 7.1 grados?

Esta falla es el cierre real de la estructura. Ha sido un cierre eficaz para el petróleo, que estuvo almacenado 5 millones de años sin escapar, y sigue siendo perfectamente eficaz para el gas después de la reciente actividad sísmica. La gran mayoría de nuestros estudios , campañas sísmicas y sondeos estuvieron dirigidos a estudiar precisamente el riesgo sísmico de esta falla. Los rangos de presiones durante la inyección estaban muy por debajo de todos los cálculos realizados.

Pero asegura que tiene informes que evidencian que la gran falla de Amposta no se ha movido... ¿Qué es lo que se ha movido entonces según dichos informes?

Efectivamente la Dirección General de Política Energética y Minas del ministerio, a raíz de los eventos sísmicos, nos ordenó realizar un estudio de las causas de los mismos. En una evaluación preliminar, utilizando todos los datos disponibles recogidos por la Red Sísmica Nacional del IGN, y los datos propios, hemos podido determinar que los registros de los eventos sísmicos observados hasta hoy son incompatibles con un movimiento de la llamada Falla de Amposta. Es decir, no es la falla Amposta. Esta misma parece ser la conclusión preliminar del estudio realizado por los organismos oficiales, a juzgar por las declaraciones del Ministro de Industria del viernes pasado.

¿Desde su punto de vista como técnico, cree que los seísmos detectados ponen en duda la viabilidad del proyecto?

Ahora estamos tratando de determinar las causas y de ver sus consecuencias. Todos nuestros estudios los pondremos a disposición de las autoridades, y ellas serán las que tomen las decisiones oportunas, que nosotros acataremos, como no puede ser de otra manera.

¿Ve arriesgado volver a inyectar gas ante un fenómeno de la naturaleza difícil de controlar?

No queremos opinar hasta tener conclusiones definitivas. Las autoridades han dicho que no se reanudará la actividad hasta que no haya la seguridad adecuada y nosotros obedecemos. Lo que sí podemos asegurar es que las plantas del Castor están en perfecto estado y que no se ha escapado ni una sola molécula del gas almacenado.

Con la información que tiene en este momento, ¿puede afirmar que la planta puede tener continuidad con todas las garantías de seguridad?

Cuando hayamos concluido los estudios podremos responder a esta pregunta. Antes sería especulación y nosotros ahí no entramos.

¿Respecto al pago económico del Gobierno a Castor, qué condiciones legales están estipuladas entre Escal e Industria en caso de que el Gobierno cerrara la planta por seguridad?

Hay toda una normativa específica muy clara que se puso en marcha en 2006.

Le pregunto porque Industria y Medio Ambiente avalaron el proyecto y consideran que se cumplieron todas las exigencias ambientales, ¿no es así?

Creemos que no hay otro proyecto en España en los últimos diez años que haya estado sometido a más controles, desde los organismos locales, autonómicos y nacionales, hasta los europeos. Se han pronunciado las autoridades europeas diciendo que desde el punto de vista ambiental no hay ni una sola irregularidad en el proceso de autorizaciones.

En el más optimista de los escenarios, si los informes fueran favorables, ¿qué tiempo mínimo necesitaría Castor para volver a inyectar gas?

Primero tenemos que tener en nuestras manos un diagnóstico definitivo, luego veremos las posibles alternativas y finalmente el gobierno decidirá.