¿Cuándo se ponen en contacto con usted? ¿Qué le piden?

Lo que suelen buscar es un cambio estético, es gente que no se encuentra bien frente al espejo, pero yo les digo que a través del deporte ganaremos salud, y a través de la salud, estética. Me gusta ir a la raíz del problema.

¿Cuánto tiempo necesita nuestro cuerpo al día para ver resultados estéticos?

Pues estamos equivocados en que hay que quemarse en el gimnasio, hay que buscar objetivos reales. Con veinte o cuarenta minutos al día es suficiente, lo importante es que la gente se dé cuenta de lo importante que es la regularidad.

¿David Bustamante fue un buen alumno?

Fue un alumno espectacular e hizo un esfuerzo físico, psicológico y alimenticio increíble. Estuvo conmigo durante un año y cuatro meses y he de decir que se lo ha currado mucho, muchísimo. Él tenía un objetivo claro y lo consiguió, ahora lo importante es mantenerlo en el tiempo.

¿Dónde falla la mayoría?

La gente cuando se empieza a ver bien baja la guardia. Empiezas con mucho entusiasmo, pero se va perdiendo poco a poco y entonces se desvanece la disciplina. Es necesario motivar a la gente para que esto no ocurra; yo a todos mis alumnos les pongo una alarma roja en la báscula. Deben pesarse una vez por semana y si superan los tres kilos por encima de lo que se considera que es su peso ideal entonces hay que ponerse las pilas otra vez. Cada cuerpo tiene su peso ideal y hay que mantenerlo. Hay que aprender a decir que no a la comida, hay que regular lo que comemos y darse cuenta de que aumentar dos tallas más de pantalón implica haber ganado ocho kilos.

Se ha embarcado en el proyecto de Telecinco para intentar cambiar la vida de once personas obesas. ¿Se puede?

Es duro, es uno de los retos profesionales más importantes de mi vida, porque siempre que he entrenado a la gente se trataba de personas con un sobrepeso normal, mi récord estaba en una persona que pesaba ciento treinta kilos. Pero resulta que estos once chicos, además de tener sobrepeso, tienen otros problemas detrás, hay un choque importante con la sociedad que en muchos casos les lleva a refugiarse en la comida, que les da felicidad. Lo importante ahora es enseñarles que se puede conseguir estar mejor y vivir mejor con una dieta equilibrada y haciendo deporte. Es algo realmente bonito para un entrenador, ya que el cambio de ellos es radical.

¿Ha tenido usted que ponerse a dieta alguna vez?

Yo llevo pesando setenta y ocho kilos toda mi vida, así que mi alarma roja está en ochenta y uno. En Navidad o durante los embarazos de mi mujer a veces he tocado esa cifra, pero entonces aprieto los dientes y en seguida recupero mi peso normal. Yo soy un tipo normalito que engordo con facilidad cuando me paso.

¿Hay genéticas privilegiadas que te permiten comer todo lo que quieras sin ganar peso?

Sí, claro que las hay, pero son una minoría. Son gentes con mucho motor dentro, que consumen mucha caloría porque son personas muy nerviosas aunque a simple vista quizás no lo parezcan. Pero el noventa por ciento de la población no tenemos esa suerte, así que lo que tenemos que hacer es comer cinco veces al día y calcular que si hacemos esto durante toda la semana nos salen treinta y cinco ingestas, de las cuales treinta deben ser comida sana y en las otras cinco podemos disfrutar. Claro que se puede salir o disfrutar de una cena o de una merienda de cumpleaños, pero es algo que no se puede hacer todos los días. Si disfrutamos continuamente, eso es una bomba.

¿Qué le parece que famosos como Caritina Goyanes defiendan públicamente dietas milagro, como la Dukan?

Muy peligroso. Hay mucha gente que es irresponsable, gente que hace una dieta que le da resultados entre comillas y que no sabe que eso tendrá un efecto rebote brutal y que es muy peligrosa para su salud, como es el caso de esta dieta Dukan. Estos métodos son basura, pero, por desgracia, tienen un buen marketing y llegan a mucha gente, aunque yo confío en que con el tiempo ganaremos la guerra con el bienestar.

Bustamante, Belluscio, Paula Echevarría, Guti, Soraya… ¿Nos desvela algún famoso más que haya pasado por sus manos?

Pues hay muchos, pero yo sólo hago públicos a los que sé que no les importa. He tenido futbolistas, gente de negocios famosa y reconocida, otros cantantes como Conchita, por ejemplo. Pero no sólo entreno a gente famosa, también a gente que no es conocida y que necesita una reeducación y un cambio. En realidad, lo que me pagan por la clase importa, pero lo que más valoras es ver cómo la gente te lo agradece y se siente cada vez mejor.

Y usted cuando se da un capricho ¿qué se permite comer?

Helado, me pierde el helado. Si pudiera elegir una cena perfecta, sin duda sería una pizza, una cerveza y un helado.

¿Comemos bien en España?

No, pero no es sólo España. Yo, que vengo de Sudamérica, me he dado cuenta de que allá la gente se cuida mucho más, pero por suerte esta tendencia está cambiando aquí también. Antes las sobremesas se celebraban con pacharán y puro, ahora el jefe es admirado más si se cuida o corre maratones. Los europeos tienen que empezar a cuidarse mucho más para evitar problemas a largo plazo, es muy importante hacerlo y se ahorrarían muchísimos gastos en Seguridad Social, pero para ello es necesario que toda la sociedad vaya en la misma dirección, políticos, profesionales, medios de comunicación, etcétera.

Refrescos light, mantequilla light, queso light…

Hay que tener mucho cuidado con esto. Técnicamente cada alimento tiene un cierto número de calorías y cuando les quitan grasas ya se le puede llamar light porque son más livianos que el original. Pero que un queso sea light no significa que no tenga grasa, yo animo a la gente a que lea las etiquetas y que vea lo que está ingiriendo.

¿Quién le gustaría que le llamase para solicitar sus servicios de entrenador personal?

Pues Rafa Nadal, Fernando Alonso o Messi. Aunque yo no suelo idolatrar a nadie, son gente que tiene una gran fortaleza mental. De toda formas, a mí me gustaría entrenar a cualquier persona que lo necesite.