El envejecimiento es inexorable pero puede ser también parcialmente reversible. Este es el esperanzador mensaje de Jesús Ángel Fernández-Tresguerres (Lugo, 1948), el endocrino que junto a su mujer, la profesora del Club Cocina de Madrid, Carmen Centeno Díaz, lanza un libro con recetas para prevenir el deterioro físico que provoca el paso de los años. Todos los platos recomendados en la obra de ambos han sido testados con las conclusiones de las investigaciones sobre ratas del laboratorio de Fernández-Tresguerres, catedrático de Endocrinología Experimental de la Complutense y presidente de la Federación Europea de Academias de Medicina. El doctor lo tiene más que claro: las ratas que menos comen viven más y mejor que las que se atiborran. Además de frugalidad en las comidas, el experto en tratamientos antiedad aconseja desechar del menú a partir de los 40 años las proteínas rojas y practicar ejercicio moderado para combatir los radicales libres causantes del envejecimiento.

Doctor, ¿es que no hay forma de frenar el envejecimiento?

Es inevitable, pero la velocidad de ese proceso de envejecimiento se puede modificar con ejercicio moderado y una dieta equilibrada con poca proteína roja. A partir de los 40 años es conveniente comer menos carnes rojas, sustituirlas por pescado, y tomar muchas verduras y frutas por su poder antioxidante. La meta debería ser llegar a los 70 años pareciendo que tienes 40.

Hay gente que lo logra con cirugía estética.

¡No, no! Yo no hablo de arreglos de chapa y pintura, sino de arreglos del motor. No olvidemos que no es lo mismo la edad cronológica que la biológica.

¿Cuál es la más fiable?

La biológica es la que me dice cómo está mi organismo y depende de cómo nos hayamos comportado con nosotros mismos. La cronológica es la que sale en el DNI. En España hay poca medicina preventiva y todo lo relacionado con el antienvejecimiento es de prevención a ultranza.

¿No depende de nuestra genética ese inexorable proceso de envejecimiento?

De la genética depende en un 30%; el 70% restante es fruto de cómo hayamos tratado nosotros a nuestro organismo. Es decir, cuenta más cómo me alimento, el ejercicio que hago y el tipo de vida que llevo en este proceso de envejecimiento que los genes heredados de nuestros padres.

¿Se puede frenar ese deterioro del cuerpo?

Sí. Los procesos de envejecimiento son parcialmente reversibles.

¡Qué alegría!

Pero no se revierten de un día para otro, sino con tratamientos centrados en la alimentación y el ejercicio cuyos resultados comienzan a verse a los seis meses o al año.

¿Sirven para algo los productos antienvejecimiento que tanto proliferan?

Algunos sí. Por ejemplo, los compuestos de resveratrol y los de melatonina tienen buenos resultados. También pueden ayudar los suplementos de estrógenos, pero todo bajo control médico. De todas las formas, el ejercicio físico es la mejor píldora para envejecer menos y no enfermar.

¿Es más importante alargar la vida del hombre o mejorar sus condiciones de vida?

Sin duda es más importante mejorar sus condiciones de vida. Alargar la vida del hombre sin más no tiene sentido. Eso es lo que le ocurrió a Titono y de ahí viene el titonusismo.

¿Qué le sucedió a Titono?

Le pidió a Zeus la inmortalidad, pero se le olvidó pedirle también la juventud eterna, de modo que Titono fue haciéndose cada vez más viejo, encogido y arrugado, hasta que se convirtió en cigarra, o según otras versiones en grillo. Insisto en que el envejecimiento es inevitable. Envejecemos porque nos oxidamos y nos oxidamos porque respiramos oxígeno.

Si el oxígeno es el responsable de nuestro deterioro, ¿podría decirse que lo que nos hace vivir es realmente lo que acaba con nosotros?

Sí, pero dejar de respirar es peor que envejecer. El oxígeno que respiramos es siempre el mismo, pero con el paso de los años somos nosotros los que vamos perdiendo antioxidantes, nuestros motores se van atrofiando y dan paso a los radicales libres.

¿Qué son los radicales libres?

Son unos elementos químicos muy oxidantes capaces de estropear la piel y todos nuestros órganos. Están en el oxígeno que respiramos y cuando entran en nuestro cuerpo, en vez de generar energía, generan esos compuestos nocivos que acaban con todo lo que tocan.

¿Por qué los deportistas de elite parecen mayores de lo que son?

El ejercicio de competición está muy por encima del funcionamiento normal de nuestro organismo, lo que hace que los deportistas se gasten y revolucionen hasta el punto de que sus edades biológicas suelen ser más altas que las cronológicas.

¿A qué edad comienza uno a envejecer?

Entre los 20 y los 25 años. El envejecimiento es además un proceso exponencial. Al principio va muy despacio, pero de repente todo cambia, producimos más radicales libres, menos antioxidantes y el deterioro se acelera. Lo único que podemos hacer para moderar ese acelerón es adquirir antioxidantes a través del ejercicio y de una dieta equilibrada.

¿Cuáles son los alimentos con más antioxidante?

Las verduras, las frutas y los yogures con bífidus. Sin embargo, el más antioxidante es el tomate en todas sus variedades. Si es frito con aceite de oliva extra virgen, mejor que mejor. En cuanto a los vegetales, hay que tener cuidado con las patatas, el pan, la pasta y el arroz porque van directos a la sangre y le pegan una patada de aúpa al páncreas. El arroz mejor es el basmati.

Aparte de estos alimentos, ¿cuáles son los que aceleran el envejecimiento?

Los ahumados, encurtidos y embutidos. La sal no es buena para mantenernos bien.

¿Y la cerveza o el vino?

Todas las bebidas fermentadas son buenas generadoras de antioxidantes.

¿En qué cantidad?

Dos vasos de vino o cuatro de cerveza, mejor si no está filtrada. Estas medidas son para un varón de 75 kilos. Para una mujer, siempre la mitad.

¿Es el tabaco pecado en los tratamientos de antienvejecimiento?

¡Por supuesto! Hay que eliminar toda clase de activos tóxicos. El tabaco desarrolla cáncer, problemas cardiovasculares y estropea como nada la piel. Lo importante es estar preparados para defendernos de las bacterias que nos rodean.

¿Sigue vigente como saludable la dieta mediterránea?

La dieta mediterránea bien llevada. Hay que comer de todo, de forma equilibrada, y reduciendo las proteínas rojas. Le puedo asegurar que las ratas que comen menos en mi laboratorio viven más y mejor que las que se atiborran. Además, como decía el profesor Francisco Grande Covián, hay que comer de todo en plato pequeño y beber en vaso también pequeño. Es importante también comprar productos de temporada y no maltratar los alimentos durante su preparación.

Con todas estas recomendaciones y los avances científicos en medicina regenerativa para la creación de tejidos y órganos como el corazón, usted asegura que podremos vivir hasta 150 años.

Sí. Nosotros venimos al mundo sin piezas de recambio, pero en el momento que las tengamos y que se hagan a partir de nuestros propios tejidos podremos, por ejemplo, sustituir un corazón gastado por otro transplantado y sin riesgo de que haya rechazo.

¿Y quién nos pagará la Seguridad Social si vivimos 150 años?

Tenemos un sistema de pensiones insostenible que data de la Segunda Guerra Mundial, cuando trabajaban siete personas por una retirada y la esperanza de vida era de entre 60 y 65 años. El que se jubilaba por aquellas fechas solía durar dos años más. Hoy en día ha aumentado nuestra esperanza de vida hasta más de 80 años y hay dos personas trabajando por cada jubilado. Además, un jubilado puede vivir hasta 20 años más después de retirarse. Las cifras no cuadran. Si logramos vivir hasta los 120 años, tendremos que jubilarnos a los 80. La Unión Europea es consciente de que el sistema de pensiones es insostenible y ya trabaja en el programa.