No solo los hombres cometen errores en la cama, las mujeres también. A veces resulta complicado para ellas satisfacer a su pareja, pero se puede conseguir si se evitan ciertas prácticas o actitudes para que el encuentro sexual no se convierta en un infierno.

1- Usar lencería poco atractiva

Hay que empezar a desechar la idea de que a los hombres les gusta desnudar a la mujer cuanto antes. Una lencería sensual para los preliminares que realce los atributos femeninos acompañada de unas atractivas medias, son claves para encender la llama de la pasión y cautivar a nuestra pareja.

2- La pasividad en la cama

Que ellas no tomen la iniciativa en el sexo y se muestren pasivas en la cama es algo que muchos hombres reprochan. Quizá influenciados por la pornografía 'online', donde empieza a ser habitual que sea la mujer la que lleve las riendas, ellos cada vez más exigen a las mujeres que dejen de lado esa pasividad y tomen la iniciativa. Por eso, es conveniente evitar pillar postura y dejar que el hombre lo haga todo.

3- Querer hacerlo a oscuras

Por vergüenza o timidez, algunas mujeres prefieren el sexo en completa oscuridad. Esta actitud, continuada en el tiempo, puede llegar a irritar al hombre. Y es que a ellos les excita observar el cuerpo de su pareja durante el acto, observar sus gestos, muecas y movimientos. Si no se logra convencer a la mujer, proponer una luz tenue o unas velas, ayudarán a crear un ambiente íntimo y con poca luz ideal para la unión.

4- No comunicarse

Sea por timidez o por vergüenza, muchas mujeres ´se cortan´ a la hora de decirle a su pareja lo que les gusta que les hagan durante las relaciones sexuales. No es cuestión de hacer un guión, pero a los hombres les ayuda mucho saber si están haciendo bien los preliminares o si prefiere que les hagan otro tipo de juegos o caricias.

5- Planificar el acto sexual

Está demostrado que el sexo es mejor cuando no se planifica. Siempre hay que dejar espacio a la improvisación, a buscar posturas novedosas. De esta forma conseguiremos que los encuentros sexuales no se conviertan en algo rutinario, tedioso. Todo debe fluir de forma natural y espontánea. No repetirse, por mucho que aquella experiencia pasada fuera inolvidable.