La conocida modelo malagueña falleció ayer sábado a causa del cáncer de pulmón que padecía desde 2009. Fueron sus amigos Kiko Matamoros y Remedios Cervantes los que anunciaron en sus cuentas de Twitter el fallecimiento de la que fuese novia de Joaquín Cortés.

Conocida por su labor solidaria, su salto a las pasarelas se produjo en un lejano 1978, cuando se presentó al concurso de Miss España y acabó siendo nombrada Primera Dama de Honor. Sin embargo, fue el breve noviazgo con el bailarín Joaquín Cortés el que la acabó convirtiendo en un personaje de la crónica social.

Desde que le fuese diagnosticado el cáncer, contra el que ha luchado con entereza, hizo de la solidaridad con los enfermos la mejor arma para vencer los inconvenientes y la parte más amarga de la enfermedad. También viajó hasta Estados Unidos para someterse a tratamientos que le ayudasen a superarlo. «Sabes que tienes que convivir con esto a diario y la mejor manera es tener conciencia que esta ahí y hay que estar atenta a todas las señales que te da para que no te pille desprevenida cuando decide atacar», declaró hace un tiempo en una entrevista a Vanitatis.

Unida sentimentalmente a Emilio González, con el que vivía en Málaga, él fue su mejor apoyo para sobrellevar la enfermedad, que vivió con altibajos, sesiones de quimioterapia y un aplomo admirado tanto por la prensa como por sus amigos más cercanos.

María fue muy querida en el mundo de la moda, sus amigos y las modelos que compartían profesión con ella la admiraban y respetaban como a la que más. Los actos solidarios en su honor han sido bastantes desde que le fuese diagnosticado el cáncer de pulmón en 2009. Mercadillos, ferias y un afán por empatizar con los que tenían la misma enfermedad que ella la convirtió en uno de los personajes más admirados del mundo del corazón.

María Pineda comenzó a desfilar antes de cumplir la mayoría de edad, pero fue en 1978 cuando saltó a la fama, al lograr el título de primera dama de honor del concurso de miss España. Más adelante su popularidad aumentó al convertirse en la novia del bailarín Joaquín Cortés, con el que mantuvo una relación de amistad tras su ruptura. En 2009 le fue detectado un cáncer de pulmón. «Mi cáncer es propio de mujeres de raza asiática no fumadoras, pero me ha tocado a mí. No se puede operar. Lo tengo por causas genéticas. Mis padres murieron así». Y así comenzó la batalla de Pineda contra la enfermedad con tratamientos en el Hospital Carlos Haya de Málaga y estancias en clínicas de Estados Unidos y Alemania, que siempre los afrontó con una sonrisa.

Los restos mortales de María fueron trasladados ayer al Tanatorio del Parque Cementerio de Málaga. De ella quedará siempre su optimismo, su ejemplo de coraje, fuerza y esperanza ante la enfermedad que finalmente no pudo vencer.

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