Más de 300 periodistas y blogueros están encarcelados en el mundo por desempeñar su trabajo, uno de los mayores ataques a la libertad de prensa que hoy conmemora su día mundial con la reivindicación de que se les devuelva la voz.

"No hay mayor ataque a la libertad, salvo la muerte, que callar y encarcelar a los periodistas por ejercer su trabajo", denuncia la presidenta de Reporteros Sin Fronteras en España, Malen Aznárez, quien ha tenido también un especial recuerdo para los humoristas gráficos del semanario satírico francés asesinados en enero por dos terroristas yihadistas.

Por eso, hoy Día Internacional de la Libertad de Prensa, fecha instituida en honor al periodista colombiano Guillermo Cano asesinado en 1986, Reporteros Sin Fronteras ha arrancado sus actos conmemorativos con una exposición de viñetas creadas para la organización por los principales humoristas gráficos de prensa.

Setenta dibujos que desde hoy y hasta el 18 de mayo se pueden ver en Caixafórum de Madrid, una muestra que tiene por título "Un grito de libertad" y que acoge las creaciones de Jesús Zulet, El Roto, Idígoras y Pachi, Fritz o Julio Rey y José María Gallego, entre muchos otros.

"Vivimos tiempos muy convulsos, con totalitarismos repugnantes en el mundo y eso da mucho miedo", apunta José María Gallego en la inauguración de esta muestra, en la que denuncia que en España y el resto de países occidentales la prensa se ha convertido en algo "muy frágil y quebradizo", situación que aprovecha el poder porque "cuanto más débil es, más fácil es controlarla".

Coincidiendo con esta diagnóstico de "nubes negras", su colega Julio Rey reclama una prensa en la que exista el debate para que la ciudadanía reflexione. "Si la gente lo hace viendo nuestras viñetas es que lo habremos conseguido".

Y es que las 70 viñetas expuestas muestran, explica la presidenta de Reporteros sin Fronteras, críticas duras, tiernas, corrosivas o, incluso, provocativas, hacia el poder de todo tipo, en un año que empezó "muy duro" para la libertad de expresión con el ataque yihadistas al Charlie Hebdo, donde murieron doce personas, la mayoría dibujantes.

En lo que va de año 22 periodistas han sido asesinados en el mundo y 160 encarcelados. Estos últimos engrosan la lista de los más de 300 trabajadores de medios de comunicación y blogueros que están actualmente en prisión y sobre quienes hoy se pone el foco de las reivindicaciones.

"A ellos se lo dedicamos porque es terrible esta situación, que además está empeorando en el mundo", lamenta Aznárez cuya organización apadrina por medio de periodistas a otros compañeros que en otros lugares del mundo están privados de libertad.

Nativel Preciado, Hilario Pino, Rafael Panadero o Alicia Gómez Montano son algunos de estos padrinos que hoy también recuerdan a sus apadrinados y les darán voz para que su causa no se olvide.

Tampoco la de Pedro Canché, un periodista mexicano encarcelado desde hace ocho meses, según relata a Efe la corresponsal de RSF en ese país, Balbina Flores, que se encuentra en Madrid para contar hoy su historia y la de por qué acusaron a su colega de "sabotaje" a la Comisión de Agua Potable y Alcantarillado (CAPA) del estado de Quintana Roo por publicar fotos y vídeos de unas protestas.

Su caso se enmarca, señala Flores, dentro de la dura censura periodística que existe, unida a la impunidad permitida sobre el más de un centenar de periodistas asesinados, la veintena de desaparecidos o los violentos ataque a medios de comunicación que soportan una situación "muy difícil" y de enfrentamiento con las mafias de crimen organizado.

Aquí en España, la presidenta de la Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE), Elsa González, pide hoy a las instituciones, partidos políticos y a la sociedad que se comprometan más con la libertad de prensa y anima a denunciar "el retroceso" que ha sufrido en muchos países.

En declaraciones a Efe, advierte de las "enormes tensiones" a la que los periodistas están sometidos desde los gobiernos de algunos países, como México, Venezuela o Turquía, donde ya son varios los profesionales encarcelados o censurados.

"Todos los llamamientos que hagamos en este aspecto son pocos. La llamada de la ONU me parece imprescindible. Tienen que comprometerse todas las instituciones y los políticos y toda la sociedad. No es una batalla sólo de los periodistas, y algunos países están viviendo momentos muy difíciles", ha subrayado.