¿Empieza una nueva etapa tras su azarosa vida en Holanda?

Quiero empezar una nueva vida. Aquí me siento libre, tengo más vida privada y puedo ir a sitios tranquilos donde nadie me molesta.

¿Se ha sentido acosada por los medios en Holanda?

He tenido una etapa difícil con la prensa. Los medios tienen cosas buenas y malas y eso ha influido en mi libertad. Tienes que estar alerta porque estás en el punto de mira, por lo que se escribe y se comenta, y no todo es verdad. Llega un momento en que tienes que parar de justificarte ante los medios, ya que solo la gente que está a tu alrededor conoce la verdad. El público que lee ciertas noticias puede creérselas o no, pero no puedes contestar a todo.

¿Cuánto hay de verdad y cuánto se han inventado?

Hay mucha fantasía. No siempre donde hay humo hay fuego.

¿Le sigue gustando el fútbol?

Sí, tengo muchas amistades en el mundo del fútbol desde mi infancia. Lo que más me gusta son los campeonatos del mundo, por la tensión, sobre todo cuando hay penaltis. Si juega Holanda quiero que gane mi país pero también porque conozco a los jugadores y a sus mujeres.

¿Le obsesiona tener un deportista como pareja?

He tenido deportistas como pareja. Es algo natural porque te desenvuelves en ese mundo, pero conmigo nunca se sabe. Solo he estado con dos deportistas diferentes.

La familia Cruyff es muy conocida. ¿Cómo es su relación?

Tengo una buena relación con mi hermana, mi tía, mis primas, que también vienen a Ibiza, y mi cuñada [la mujer de Jordi Cruyff] y sus niños. Con mi madre, también. Tiene mucho temperamento y en ocasiones chocamos, pero es algo normal.

¿Con Johan Cruyff también?

Sí, me río mucho con él, tiene mucho sentido del humor.

¿Tenía proyectos de trabajo o algo de televisión en Holanda?

He trabajado en algunos medios entrevistando a gente famosa. Es interesante trabajar en televisión. Y en actos de promoción, pero en mi caso el trabajo siempre da un giro hacia mi vida privada. Así que a veces uno necesita una época sin cámaras ni periodistas. Pero me gusta trabajar o colaborar en un programa, siempre que sea de mi estilo.

¿Qué le gusta de España?

Me gusta la vida al aire libre. Los españoles son muy amigables, buenos con los niños y muy abiertos. Tienen una forma peculiar de hacer las cosas con el famoso «mañana, mañana». Todo lleva su tiempo aquí pero también tiene sus ventajas: si tú llegas tarde tampoco pasa nada. En Holanda todo va muy deprisa y aquí la gente se toma su tiempo para comer, dormir la siesta y después continúan. Los días son más largos que en Holanda sobre todo en invierno. Allí se cena pronto y te vas a casa a no ser que estés en el mundo de la noche.

¿Siente que en Holanda no se le trató bien como persona?

Hubo una época en la que los medios de comunicación me intimidaban y me perseguían de forma insoportable y escribían cosas inciertas. A veces he pensado, ¿por qué escriben cosas inciertas? Las revistas de cotilleo están para vender y nada más, pero no entiendo el porqué.

¿La gente que le ha rodeado y sus amistades le han fallado cuando les necesitaba?

De todo se aprende y en esas situaciones compruebas quiénes son tus amigos de verdad y los que se interesan por ti. Hay gente que no esperabas y que se porta bien contigo y te ayuda. También he recibido cartas de gente anónima de mi país que me han apoyado, eso me ha hecho bien ya que es gente que ni siquiera conozco. Muchos me han dado la espalda o me han decepcionado porque o lo esperaba o no lo sentía de la misma manera. En estos periodos aprendes mucho de la vida y de la gente.

¿Qué cambiaría si pudiera dar marcha atrás?

Tendría que haber reaccionado de forma diferente en algunas situaciones y en otros aspectos tendría que haber conocido mejor la situación. No puedo soportar la injusticia, y si me encuentro con ella quiero cambiarla. Es una reacción impulsiva que no siempre funciona.