Este 23 de junio a las 12 de la noche se celebra, un año más, la noche de San Juan. El apóstol San Juan Bautista nació, dice la leyenda, el día 24, y lo hizo protegido por unas energías mágicas provenientes del solsticio de verano del día 21 del mismo mes.

Esto ha hecho que en el saber popular abunden todo tipo de remedios y rituales para atraer la suerte. No es de extrañar, porque estamos ante una fiesta pagana. Al tratarse de la noche más corta del año, quizás no haya tiempo a hacerlos todos. Así que hay que ordenarse un poco las ideas. A continuación, unos conjuros para atraer la buena fortuna, proteger la salud, obtener riquezas o encontrar el amor en la noche de San Juan.

El fuego

Lo primero que debería hacer aquel que busque la buena fortuna es saltar la hoguera mientras las llamas estén aún encendidas. Pero no vale con hacerlo una sola vez, no: dependiendo de lo que marque la tradición en el lugar de la Península en el que estemos, habrá que hacerlo entre siete y nueve veces.

Se dice que el fuego protegerá a quien se atreva a saltarlo durante todo el año. Y si además, el valiente acomete el salto con una trenza de flores en la mano, y en el momento del brinco se la lanza a su pareja y esta la coge antes de que toque el suelo, la buena suerte les acompañará a los dos.

También hay quien recurre a las llamas no para saltarlas sino para quemar algo viejo, una foto, una prenda un adorno, lo que sea. O los apuntes del último curso. Ambas tradiciones tienen como objetivo empezar una nueva etapa, y de este modo dejar atrás malos hábitos o recuerdos.

Otro truquito para alcanzar la tranquilidad de conciencia es quemando un papelito en el que antes habremos escrito aquello que nos reconcome por dentro y queremos olvidar. También puede escribirse aquello que se desea para que se cumpla.

El agua

Y si por un lado está el fuego como protagonista de la noche, también cobra importancia su antítesis, el agua. Porque darse un baño en el mar en la noche de San Juan nos brindará salud para el año entero. Como pasaba anteriormente, hay unas condiciones: habrá que adentrarse en el mar desnudo y de espaldas, mirando a la luna; y una vez dentro, sumergirse doce veces seguidas.

Podemos aumentar el efecto del hechizo saltando de espaldas sobre siete olas: así espantaremos las energías negativas. Pero ojo, que a los que estén buscando ser padres tal vez les interese pasar sobre dos olas más, hasta las nueve: dice la leyenda que así conseguiremos mejorar nuestra fertilidad.

Y si te da pereza darte un chapuzón en plena noche, puedes aplicar otra fórmula a distancia. De espaldas al mar, lanza hacia atrás una flor, una fruta y una moneda. Así conseguirás tener amor, salud y dinero.

Al que el mar le quede un poco lejos, que no se preocupe que también hay creencias de agua dulce. Si uno se limpia la cara con agua de manantial, se mantendrá joven y guapo un año más. Y si además empapa su pelo, lo conservará fuerte y abundante. Eso sí, no hay que ser vanidoso durante unas horas, porque el embrujo se echará a perder si te miras al espejo antes de que amanezca.

Plantas mágicas

La naturaleza también juega su papel. Sobre todo las plantas.

Plantas como el muérdago. Porque si pones un poco de este helecho debajo de la almohada antes de ir a dormir y piensas un deseo, este se cumplirá.

El mismo efecto conseguiremos si en lugar de muérdago utilizamos hiedra. Pero en este caso el conjuro es un poco más enrevesado: para que haga efecto, habrá que haber encendido una vela antes y haber dejado que se consuma. Al dormir, ponemos debajo de la almohada la hiedra y un papel con el deseo escrito. Si a la mañana siguiente quemas el papel y entierras los restos de cera que haya quedado junto a la hiedra, el deseo se cumplirá.

Hay otro embrujo que podemos invocar antes de ir a la cama. Consiste en poner nueve flores de distinto tipo debajo de la almohada para que esa noche tengamos un sueño profético que nos desvelará qué nos depara el futuro.

La higuera también tiene propiedades mágicas. Dice la leyenda que solo florece en la noche de San Juan a las doce de la noche, y solo dura un instante antes de marchitarse. Si eres tan afortunado que lo presencias, coge la flor y llévala a tu pecho. Tendrás la dicha asegurada todo el año.

Atento al suelo, porque puede que te encuentres un trébol. Dependiendo de las hojas que tenga, nos traerá una suerte distinta. Si el trébol es de dos hojas, te traerá un amor pasajero; si es de tres, te dará buena suerte; con un trébol de cuatro hojas conocerás a tu amor verdadero, y si es de cinco, tendrás riqueza.