Aunque parezca cosa de ciencia ficción o de un futuro todavía por llegar, hay países como Bélgica o Suecia que ya cuentan con personas con chips incorporados en su cuerpo. Esta práctica, habitual en mascotas como los perros, se usa en estos países con diferentes motivos.

Por un lado, en el país belga la compañía de marketing digital NewFusion puso en marcha este sistema en algunos de sus empleados. Se trata de un microchip que tiene la medida de un grano de arroz y se implanta a poca profundidad entre los dedos pulgar e índice.

De esta forma, los trabajadores que llevan el chip se identifican para entrar a la empresa mediante este novedoso sistema. Solo lo utilizan para acceder a lugares exclusivos y no para monitorizar los movimientos de los individuos.

Sin embargo, este uso de chips en seres humanos se ha hecho extremadamente popular en Suecia, donde más de 3.000 personas llevan uno incorporado. En este país nórdico, los usuarios de este futurista sistema lo usan para prácticamente todo: desde ir al gimnasio hasta coger un tren.

Pese a que insertar el diminuto utensilio puede ser doloroso, lo que verdaderamente preocupa de este uso es la posibilidad de que los datos de cada uno queden al descubierto. Pero esto no parece ser un quebradero de cabeza en territorio sueco, donde hay una gran pasión por los avances tecnológicos y muy poco temor a la violación de la información personal.

Ben Libberton, microbiólogo de la compañía sueca de radiología Max IV Laboratory, advierte de las consecuencias que pueden tener estos implantes, ya que pueden generar "infecciones y reacciones del sistema inmunitario".

Asimismo, Libberton pone el foco en el uso de la información personal de cada uno: "el riesgo más importante concierne a los datos: en este momento, los datos recabados y compartidos por los implantes no son muy numerosos pero eso aumentará, probablemente".

"Si un día un implante puede detectar un problema médico en la persona que lo porta, ¿quién será avisado y cuándo? ¿Acaso las compañías de seguros obtendrán información sobre nuestra salud?", se plantea el investigador, que afirma que "cuantos más datos haya en un solo lugar, como sería el caso de un implante, mayor es el riesgo de que este sea utilizado en nuestra contra".

Pero todo esto no impide que la nueva tecnología tenga éxito en Suecia. Según los promotores de estos chips, que aseguran que es totalmente pasivo y seguro, allí "la gente no tiene miedo a la tecnología y diría que hay menos resistencia a las nuevas tecnologías aquí que en la mayoría de los países".