Según informa la web www.rastreator.com, la mayoría de ganadores de la lotería, en concreto tres cuartas partes, tienen mucho menos dinero cinco años después de ganar el premio. Así lo recoge el portal a falta de días para que se celebre el Sorteo Extraordinario de Navidad, el cual tiene lugar este sábado 22 de diciembre.

En este sentido, la web ofrece una serie de pautas para "administrar el premio de manera adecuada", que constará de 322.000 euros, una vez abonados los impuestos, para aquellos que ganen el 'Gordo' de Navidad.

La primera pasa por saber si amortizar la hipoteca es una opción rentable. Para ello, insta a "estudiar las particularidades de cada préstamo y las consecuencias de realizar una amortización anticipada".

Por lo general, asegura que las entidades suelen cobrar una comisión que puede llegar al 0,5%, en el caso de las hipotecas variables, y hasta el 4% en el de las fijas, aunque estos costes se reducirán con la entrada en vigor de la nueva Ley Hipotecaria.

Otro punto a tener en cuenta es la fiscalidad. A las viviendas compradas antes del 1 de enero de 2013 se les aplica una desgravación del 15% de las cantidades aportadas sobre un máximo de 9.040 euros anuales.

De este modo, amortizar la hipoteca es una alternativa a tener en consideración si se compara con otros productos de ahorro como los depósitos, ya que ninguno ofrece un tipo de interés que llegue hasta el 15%. De hecho, la rentabilidad de los depósitos a más de dos años se sitúa en el 0,1%.

Si, por el contrario, la vivienda se compró después de esa fecha y, por tanto, no existe beneficio fiscal, el ahorro de intereses es prácticamente inexistente debido al Euríbor negativo. Actualmente, el tipo de interés medio de las hipotecas sobre viviendas se sitúa en el 2,59%.

Si se encuentra un producto de inversión que proporcione una rentabilidad superior, convendría invertir en vez de amortizar. Si la rentabilidad fuese menor, "lo más adecuado sería eliminar la deuda contraída con el banco".

"Una de las principales creencias que se tienen cuando se gana un premio económico es utilizarlo para tapar agujeros, es decir, eliminar las deudas contraídas hasta el momento y liberarse de las mismas para no pagar intereses de más. Por ello, no es de extrañar que el primer pensamiento que le surge a todo aquel que resulta agraciado con la Lotería de Navidad sea amortizar la hipoteca y eliminar esa enorme deuda pendiente con el banco. Pero dependerá de diferentes variables que se deben analizar antes de tomar una decisión precipitada", ha indicado el responsable de finanzas de Rastreator.com, Víctor López.

Otras opciones

Por otro lado, si el comprador de un décimo se hace con el máximo importe, tendría la posibilidad de dejar de trabajar y vivir, de forma holgada, unos 12 o 13 años. Sin embargo, si en vez de gastar el premio o eliminar deudas, prefiere hacerlo crecer, existen algunas opciones para maximizar los beneficios.

Por ejemplo, adquirir una vivienda, estudiando el lugar en el que se desea comprar, ya que de ello dependerá que se pueda alquilar y genere rendimiento, y teniendo en cuenta si el precio actual del inmueble se podrá revalorizar en el futuro.

Otra opción pasa por invertir en activos financieros para diversificar el dinero. También existe la posibilidad de apostar por la renta fija o invertir en un plan de pensiones, que irá ganando rentabilidad con el paso de los años y podrá ser utilizado de cara a la jubilación. Asimismo, otra posibilidad es emprender un negocio estudiando si se trata de una idea rentable que pueda funcionar.

Además, ser solidario para ayudar a los desfavorecidos también es un "premio" ante Hacienda, ya que las desgravaciones podrán llegar hasta el 75% cuando se trate de donaciones de hasta 150 euros y hasta el 35% cuando estas excedan dicha cantidad.

Otros de los consejos de la web pasan por mantener la calma y acudir a un notario tras recibir la noticia de que el boleto ha sido premiado; cuidar los décimos compartidos; no guardar el dinero debajo del colchón, ya que supondrá una pérdida de poder adquisitivo; revisar la liquidez de los productos en los que se invierte; o contratar a un asesor financiero.