Ana Pastor, presidenta del Congreso de los Diputados, considera que la lucha por la igualdad debería quedar fuera del debate partidista, puesto que concierne a todos, hombres y mujeres. Pone en valor el Pacto de Estado contra la violencia de género alcanzado en 2017 y cree prioritario dotar a las mujeres de oportunidades de empleo y de conciliación. "A igual trabajo, igual salario", sostiene.

-Es innegable que en los últimos 40 años hemos asistido a conquistas sociales y cambios legales muy relevantes en favor de la igualdad, pero muchos consideran que este avance está siendo muy lento. ¿Qué opina Ana Pastor?

-Efectivamente, si contemplamos los avances en la conquista de la igualdad entre mujeres y hombres desde un punto de vista histórico parece innegable que ésta está siendo muy importante pero tremendamente lenta, pues solo comienza a tomar cuerpo avanzado el siglo XIX y en algunos lugares como España, bien entrado el siglo XX y siempre muy tímidamente.

Para las mujeres españolas, el verdadero salto cualitativo tiene su punto de inflexión en la Constitución de 1978. Es en ella en donde se reconoce la plena igualdad de mujeres y hombres y se sientan las bases para desarrollarla en el seno de nuestra sociedad. Y creo sinceramente que las cosas han cambiado mucho en estas cuatro décadas. Visto en perspectiva, se ha avanzado aunque todavía nos quede mucho por delante.

-A lo largo de la historia ha habido más de 150 presidentes del Congreso de los Diputados. Sólo dos mujeres. Usted es la segunda... ¿Para qué debe servir, en su opinión, el Día Internacional de la Mujer?

-El que sólo haya habido dos mujeres presidentas en prácticamente dos siglos es un reflejo más de la omnipresencia de los hombres en todos los ámbitos. El Día Internacional de la Mujer es y debe seguir siendo la ocasión propicia para que el conjunto de la sociedad, tanto mujeres como hombres, nos comprometamos a trabajar sin descanso para que esa igualdad que está en muchos casos recogida en nuestras leyes, se traslada de forma eficaz a la vida de las mujeres, a la realidad cotidiana en la que podemos ver todos los días y en todos los ámbitos que hay una gran distancia entre la igualdad legal y la igualdad real, en la familia, las empresas, la Administración, la política y en el día a día de nuestra sociedad. La realidad es testaruda.

"Visto en perspectiva, se ha avanzado aunque todavía nos quede mucho por delante"

-Desde la posición institucional que le otorga su cargo en el Congreso, ¿no tiene la sensación de que los partidos entran en una carrera por patrimonializar la lucha por la igualdad y especialmente cuando llegan las elecciones?

-Si de algo podemos hacer balance positivo en la XII legislatura es en que todos los grupos de la Cámara hemos aprobado un pacto contra la violencia contra la mujer. Y creo que es un hito importante porque todos los Grupos parlamentarios convinimos en que determinadas cuestiones como ésta debían quedar fuera del debate partidista. Confío y espero en que siga siendo así. Y que ese consenso se extienda a todas las políticas de igualdad.

-Ese Pacto de Estado contra la violencia de género se alcanzó a finales de 2017, pero la mayoría de las medidas de este pacto no se han puesto aún en marcha. ¿por qué? Si es tan importante y urgente, ¿por qué cree que los políticos van tan despacio?

-El pacto es muy ambicioso en cuanto a las medidas que se quieren implementar. Algunas requieren de un desarrollo legislativo. Pero estoy segura de que todas ellas se van a poner en marcha con el apoyo de toda la Cámara. Y, tiene usted razón, creo que hay que hacer un esfuerzo fijando unos plazos concretos para cada medida.

-Por cierto, ¿qué le parece que se haya ampliado el permiso de paternidad hasta las 16 semanas?

-Cualquier ampliación de los permisos de paternidad o maternidad me parecen una buena noticia.

-¿Le parece bien que las empresas tengan la obligación de publicar los datos para poner en evidencia los casos en que exista brecha salarial? ¿Es necesaria la transparencia salarial?

-En esto como todo en la vida hay que priorizar lo importante. Y para las mujeres lo más importante es tener un empleo, tener independencia económica porque de ese modo pueden tener un proyecto de vida, sin pedir permiso a nadie. Me parece incuestionable que entre todos tenemos que seguir trabajando para continuar reduciendo la brecha salarial entre mujeres y hombres. El gobierno del presidente Rajoy consiguió reducirla en cinco puntos, hasta situarla casi tres puntos por debajo de la media europea. Pero no es suficiente. No debemos descansar hasta cerrar la brecha laboral y, cómo no, la brecha salarial. Las mujeres necesitan un empleo y que a igual trabajo tengan igual salario.

-Usted ha sido diputada, ministra de Sanidad y ministra de Fomento en gobiernos del Partido Popular, ¿qué diferencia al PP del PSOE en las políticas de defensa de la igualdad de género?

-Tal y como le he explicado hace un momento, la defensa de la igualdad no debe entender de partidos ni de ideologías. Ha de ser una lucha de todos, de toda la sociedad, de mujeres y de hombres. Porque todos, toda nuestra sociedad ha de trabajar por tantas y tantas mujeres que no tienen voz, por las más vulnerables, por las que sufren la lacra más lacerante, que es la violencia contra las mujeres, por las más de 980 mujeres asesinadas por sus parejas desde que hay registros en el año 2003. Terrible.

-En los cuadros directivos de las grandes empresas estamos aún muy lejos de la paridad, ¿cómo cree que se puede impulsar una mayor presencia de mujeres en los órganos de dirección? ¿está a favor o en contra de las cuotas?

Me gustaría destacar que la prioridad en políticas de igualdad ha de ser que no haya una sola mujer sin oportunidades de empleo, de políticas realmente eficaces para conciliar la vida laboral, familiar y personal, de mejores pensiones... Dicho esto, el problema al que usted alude es real.

Es incuestionable que en lo órganos de dirección el número de mujeres no se compadece con la presencia de la mujer en las empresas, con su nivel de formación y con su capacidad de liderazgo. Y que se necesitan medidas para que esto no suceda. La situación actual es que la inmensa mayoría de presidentes y consejeros delegado son hombres y en los consejos de administración del IBEX no se alcanza siquiera el 20%. No me seduce la idea de que una mujer ocupe un puesto directivo sólo por el hecho de ser mujer, pero me seduce menos la idea, que más que idea es un hecho incuestionable, de que el sistema haya permitido que los hombres se perpetúen en esos puestos.

-¿Ser feminista le parece una etiqueta? ¿Se puede defender a la mujer sin hacer huelga el 8 de marzo?

Cada día soy más feminista, si cabe. El feminismo no debe entender ni de ideologías ni de partidos... Ha de ser transversal en nuestra sociedad. Una lucha de mujeres y hombres. Estoy pensando en miles de mujeres que no tienen por qué identificarse con un partido político, e incluso que no votan. Y que no están dispuestas a que los políticos hablen por ellas. Como me gusta decir: por favor, que no hablen por nosotras.

"Es prioritario mejorar las pensiones de las mujeres de este país"

-¿Cuál es la primera medida que, en su opinión, debería tomar el Partido Popular en materia de igualdad si alcanza el Gobierno en las próximas elecciones generales?

A muchas mujeres de nuestro país les sucede que, cuando llega su edad de jubilación y por no haber tenido políticas eficaces de conciliación de la vida familiar y laboral, por haber cotizado pocos años, la pensión que les queda es exigua. Por no hablar de las pensiones de las viudas.

Durante el Gobierno de Mariano Rajoy ya se puso en marcha una medida que ha llegado ya a 500.000 mujeres, madres con hijos, que han visto incrementada su pensión hasta un 15%. Sin duda, una de las medidas prioritarias es la mejora de las pensiones de las mujeres de este país.