Investigadores del Departamento de Biología Vegetal, Ecología y Ciencias de la Tierra de la Universidad de Extremadura (UEx), junto a científicos del Instituto de Investigación Acústica del Reino Unido, han analizado el comportamiento de las ballenas jorobadas a partir de los sonidos emitidos por estos cetáceos.

En concreto, se han tomado como referencia grabaciones de ballenas jorobadas procedentes de Alaska, Atlántico Norte, Caribe, Hawái, Océano Indico, Pacífico Norte y Pacífico Sur para analizar este cetáceo que cuenta con unos 15.000 ejemplares en todo el mundo, según ha informado la UEx en una nota de prensa.

El profesor de la UEx Daniel Patón ha explicado que estas observaciones han permitido conocer, entre otras cosas, que estos animales cuentan con 47 formantes o frecuencias fundamentales de emisión, un elemento que, según ha dicho, permite afirmar que la ballena jorobada es el animal más complejo del mundo acústicamente.

En este sentido, ha aclarado que el número de formantes depende de la estructura anatómica de cada especie, de tal forma que mientras el ser humano tiene cuatro o cinco, el ciervo tiene siete y un ruiseñor podría tener entre 10 o 12 formantes.

Asimismo, Patón ha resaltado que los sonidos analizados equivalen a la huella dactilar acústica que permite establecer diferencias poblacionales y observar la evolución del animal.

Ha resaltado que las ballenas jorobadas más antiguas son las Golfo de Omán, en el Índico, las únicas que no migran.

Por otro lado, otra de las conclusiones extraídas de la investigación es que las poblaciones más recientes de esta especie, que es principalmente piscívora, se encuentran en la Costa Este del Pacífico, así como que en Hawái concurren poblaciones de diferentes orígenes durante la reproducción y en Alaska solo aparecen invernantes.

Para la investigación han construido una base de datos de los formantes obtenidos a partir de las escuchas de estos audios.

Posteriormente, estos sonidos han sido contrastados a través de 16 distancias matemáticas seleccionadas.

Entre ellas, se han utilizado las más apropiadas para medir el índice de parentesco mediante análisis multivariantes, ha precisado.

De este modo, a través de las pruebas acústicas se han podido extraer las costumbres de migración de la especie, su agrupamiento y cortejo, así como qué poblaciones son más arcaicas.