El pleno del Parlamento Europeo dio este martes luz verde definitiva a la nueva directiva europea de derechos de autor, que actualiza los derechos de los creadores en el entorno digital para garantizar que reciben una justa remuneración.

Tras dos años de tensas negociaciones por el gran rechazo que el texto ha despertado tanto entre algunas plataformas de internet como entre los pequeños creadores, la reforma salió adelante por 348 votos a favor, 274 en contra y 36 abstenciones.

Para conseguir que nadie suba contenidos protegidos por derechos de autor a internet, un ecosistema mucho más complicado de vigilar que en analógico, se reclama a las plataformas que asuman responsabilidades por el material que ofrecen a la red incluso a través de terceros.

Para controlar que los usuarios no suben material a plataformas como Youtube o Twitter que tienen derechos de autor sin previo pago, éstas tendrán que poner en marcha "filtros de carga" que les ayuden a cribar y evitar así cuantiosas multas.

Esos filtros, que los defensores de la directiva apoyan, facilitarán asegurar la justa remuneración de los autores pero significan, para los que rechazan la reforma, limitar la libertad de expresión y acabar con los pequeños creadores.

"Básicamente estamos hablando de un algoritmo, estaremos ante la censura algorítmica. Un robot que decide si algo tiene o no 'copyright' y lo bloquea", denunció en declaraciones a Efe la experta de Xnet, fundador en España de #SafeYourInternet, Simona Levi, que lamentó que Europa vaya "a quedarse atrás respecto a innovación digital y cultural" respecto a EEUU.

"Se ha votado un texto hecho a medida de los monopolios del 'copyright'", añadió la activista, que coincidió con la eurodiputada de Podemos Lola Sánchez en calificar este martes de "día negro para la libertad de expresión".

En la teoría, la nueva normativa excluye de protección de derechos de autor a obras que busquen simplemente la parodia, como los memes y gifs, pero en la práctica el cribado de los filtros podría afectarles.

Por otro lado, se pretende que las empresas periodísticas puedan proteger mejor sus noticias en la red, que a menudo son reproducidas sin permiso ni respeto al crédito o la autoría.

A nivel europeo, una de las eurodiputadas más activas contra el texto es la alemana Julia Reda, del Partido Pirata de Alemania y que recordó en el debate previo al voto la manifestación que el pasado fin de semana reunió en Berlín a 200.000 activistas del internet libre contra la directiva.

Reda también recordó las peticiones de 5 millones de europeos contra las restricciones de la libertad de expresión en internet.

De la normativa se excluye a enciclopedias en línea como Wikipedia, o plataformas de software de código abierto, como GitHub, además de pequeñas nuevas empresas con menos de tres años de actividad.

La reforma también garantizará que se puedan compartir fragmentos de noticias, pero no textos enteros, lo que afecta directamente a portales agregadores de noticias como "Menéame" o "Reedit".

La mayor parte de eurodiputados populares y socialdemócratas y liberales votaron a favor del texto y destacaron el hito de que los creadores europeos vayan por fin a recibir remuneración por su trabajo.

"Si uno ve los números se da cuenta de que los europeos están creando básicamente para que sean las plataformas estadounidenses quienes saquen partido y sin ver ningún beneficio", señaló en una rueda de prensa el líder de los liberales europeos, Guy Verhofstadt.

También defendió la reforma el vicepresidente del Partido Popular Europeo en el PE, Esteban González Pons, que dijo que no es cierto que "esta normativa rompa internet" y afirmó que la red "no puede ser un territorio sin ley".

Sin embargo, para la directora general de la organización europea de consumidores (BEUC), Monique Goyens, "el Parlamento Europeo ha cedido a una normativa de derechos de autor muy desequilibrada, a pesar de las advertencias de académicos, representantes de la ONU y cientos de miles de consumidores europeos".

"Los consumidores tendrán que hacer frente a esta decisión. Gritaron ya alto sus preocupaciones, pero los eurodiputados claramente las han ignorado", añadió tras el voto.

Una de las plataformas más afectadas, Google, señaló a través de un comunicado que la nueva directiva "aunque mejora algo las cosas, seguirá comportando inseguridad jurídica y perjudicará a las economías digitales y culturales europeas".