Con la llegada del calor y, sobre todo, de las vacaciones de verano, la playa se presenta como una de las mejores opciones para pasar el día, ya sea en familia, con amigos o en solitario. Disfrutar de un buen libro, de un agradable paseo por la orilla o de un baño refrescante son alicientes que hacen de la playa uno de los lugares más atractivos en época estival. Sin embargo, todas estas actividades pierden parte de su encanto cuando hay que hacerlas manteniendo un ojo fijo en nuestras pertenencias para no dejarlas a merced de descuideros.

¿Cuántas veces hemos tenido que turnarnos con amigos para darnos un baño, por temor a que aparezca alguien y nos robe el móvil o cualquier otro objeto de valor? Los robos en la playa han aumentado considerablemente en los últimos tiempos, y para aquellos que no están dispuestos a dejar el teléfono en casa esto supone un problema importante.

Siempre existe la opción de llevar objetos de poco valor, como un teléfono móvil antiguo, unas gafas de sol de las de 'a euro el kilo' o esa espantosa camisa de palmeras que lleva años cogiendo polvo en el armario. Además, los robos no proliferan por igual en todas las playas, por lo que escoger sabiamente dónde vamos a pasar el día puede ahorrarnos más de un disgusto.

De cualquier manera, para los que quieran tomar medidas de precaución adicionales, aquí dejamos una serie de trucos que pueden ayudar a evitar un posible robo.

1. La funda estanca

El primer truco que proponemos es de lo más sencillo. Si no puedes bañarte tranquilamente porque no confías en dejar tus pertenencias en la toalla, llévatelas contigo. Las fundas estancas que venden en multitud de establecimientos, por ejemplo en los bazares chinos, nos permiten tener el móvil y otros objetos en el agua sin temor a que se estropeen.

2. Truco del agujero

Este método, si se lleva a cabo con discreción, puede ahorrarnos más de un quebradero de cabeza. Consiste en meter nuestros objetos de valor en una funda o neceser, y enterrarlos bajo la toalla cuando vayamos a alejarnos de nuestro sitio, quedando así escondidos. Como aspecto negativo habría que señalar que se trata de una maniobra bastante ostensible, por lo que resulta difícil hacerla con disimulo.

3. Tuco del bote de crema

Otro clásico, un truco que la Guardia Civil ya ha compartido en más de una ocasión. En este caso, la idea es camuflar nuestras pertenencias dentro de un falso bote de crema, ocultándolas a la vista de posibles ladrones.

4. La caja fuerte

Este ingenioso invento, conocido como 'Secur Beach', emula a una caja fuerte que podemos instalar en cuestión de minutos. Su sistema permite 'amarrarla' enterrando parte de ella, haciéndola extremadamente difícil de mover si no se dispone de la llave que abre el candado.

5. El vecino

Un clásico entre los clásicos, la colaboración entre extraños que tan buenos resultados ha dado siempre. Todo tan fácil como pedirle a la persona que está a tu lado que esté atenta si alguien se acerca a tus cosas con funestas intenciones, sabiendo que tú le devolverás el favor cuando él o ella quiera darse un baño.