Detenciones

Detienen en Sierra Nevada a un importante traficante de drogas neozelandés

Es el líder de una organización que en 2019 introdujo 500 kilogramos de metanfetamina en el país

La estación de esquí de Sierra Nevada.

La estación de esquí de Sierra Nevada. / Europa Press

EFE

El líder de una banda buscado por Nueva Zelanda para ser juzgado por la comisión de delitos relacionados con el tráfico de drogas a gran escala y la pertenencia a organización criminal, ha sido detenido en Sierra Nevada (Granada) en un operativo desplegado por la Guardia Civil.

Según ha informado este viernes el instituto armado, al fugitivo de la justicia neozelandesa, de 50 años, se le atribuye el liderazgo de una organización que en el 2019 introdujo 500 kilogramos de metanfetamina, una potente droga psicoestimulante, en el país del Pacífico, de acuerdo a la investigación de la operación Essex del Grupo Nacional de Delincuencia Organizada de la Policía de Nueva Zelanda.

La Interpol había dado difusión de la requisitoria a todos los países que integran esta organización internacional de Policía y alertó de que el ahora arrestado podría encontrarse, incluso bajo identidad falsa, en el Reino Unido, Tailandia, Emiratos Árabes Unidos o España.

M. B., conocido en el mundo criminal con el sobrenombre de "Baldy" (calvo), se había trasladado a Sierra Nevada para pasar unos días en la estación de esquí granadina y ha sido en ese lugar cuando la Guardia Civil se ha puesto sobre la pista de su paradero y ha iniciado un "aparatoso dispositivo" para su localización y detención.

Agentes de la Unidad Orgánica de Policía Judicial y del Grupo de Información de la Comandancia de la Guardia Civil de Granada iniciaron el Día de Reyes el operativo para tratar de identificarlo entre los miles de visitantes que se encontraban en la estación.

En la operación intervinieron unos cuarenta guardias civiles, entre ellos agentes especializados en la neutralización de delincuentes armados especialmente peligrosos, ya que se desconocía si en ese momento el fugitivo podría portar armas o se encontraba escoltado por otros integrantes de su banda.

Rastreada palmo a palmo por los agentes y una vez cerrada al público la estación, el dispositivo de seguimiento centró el objetivo en la cafetería de un hotel, donde se intervino para proceder a su detención, que se efectuó "sin ningún tipo de incidentes".

La totalidad de los agentes del operativo de localización y detención vestían de paisano y se decidió que ninguno con uniforme tuviese participación en el mismo para evitar poner al fugado sobre aviso al apercibirse de la presencia policial.

Este viernes se ha procedido a la puesta a disposición judicial del detenido, correspondiendo la competencia para el trámite de extradición a la Audiencia Nacional, y de momento el Juzgado Central de Instrucción ha decretado su ingreso en prisión.

De acuerdo con la legislación penal vigente en Nueva Zelanda el arrestado podría enfrentarse una condena que incluso podría llegar hasta la cadena perpetua, ha indicado la Guardia Civil.

Otros miembros de su organización criminal ya han sido juzgados en dicho país pero faltaba la detención de "Baldy", el cerebro de la banda.

El instituto armado ha destacado la importancia de la cooperación policial y judicial internacional.