Brasil

Brasil analiza restos que podrían pertenecer al periodista británico y al indigenista desaparecidos

La policía dice que siguen buscando a Dom Phillips y Bruno Pereira, que investigaban las amenazas que padecen las comunidades originarias en la zona

La operación de búsqueda que se desarrolla en la jungla del Amazonas.

La operación de búsqueda que se desarrolla en la jungla del Amazonas. / Europa Press

Abel Gilbert

A pesar del fuerte pesimismo, expresado por el propio presidente Jair Bolsonaro, sobre la suerte del periodista británico Dom Phillips y el especialista en cuestiones indígenas Bruno Pereira, desaparecidos hace ocho días en la Amazonia, la policía se ha negado por el momento a confirmar sus muertes. La búsqueda, señaló, continúa. En la mañana de este lunes, la embajada británica había confirmado los decesos. Lo mismo hizo el reconocido periodista ambiental André Trigueiro, amigo personal de Alessandra Sampaio, esposa de Phillips, citando las mismas fuentes. Sin embargo, las autoridades de seguridad aseguraron que esas noticias no eran correctas. A través de un comunicado, la Policía Federal dijo que hasta el momento solo se había encontrado material biológico y pertenencias del colaborador de 'The Guardian' y su acompañante.

El periodista y Pereira fueron vistos por última vez el 5 de junio en el Valle do Javari, una remota y selvática región en la Amazonia brasileña lindante con Perú y Colombia, donde realizaban una investigación sobre amenazas que pesan contra los indígenas. En esa zona impera la lógica de la violencia contra las comunidades originarias por parte de los grupos vinculados a la minería, la tala de árboles y la pesca ilegales.

Análisis de ADN

"Los indicios hacen pensar que les hicieron alguna maldad, porque se han encontrado vísceras humanas flotando en el río y ya están en Brasilia para el análisis del ADN", dijo Bolsonaro, quien no perdió oportunidad de criticar al ministro del Supremo Tribunal de Justicia (STF), Bruno Barroso, por haber ordenado al Gobierno ir a la búsqueda de Phillips y Pereira. "No tengo una cifra exacta para decírsela al señor Barroso, pero hay decenas de miles de personas que desaparecen cada año en Brasil. Sólo le preocupaban estos dos". Para el vicepresidente, Hamilton Mourão, apenas se trató de "un caso policial" en una "región inhóspita, alejada de todo" donde tienen lugar "una serie de ilegalidades" a ambos lados de la frontera. "Dos personas entran en una zona peligrosa sin pedir escolta, sin avisar a las autoridades competentes y empiezan a correr riesgos, ¿no? Lamentablemente, eso es todo".

Una zona marcada por la violencia

Desde hace tiempo que la tierra indígena de Vale do Javari es escenario de invasiones por parte de grupos armados. Así lo han denunciado las comunidades originarias de esa zona ante la fiscalía y la policía, sin resultados.

"Se ha hablado mucho del genocidio de los pueblos indígenas en las Américas, pero es habitual que se trate este proceso como un conjunto de acontecimientos perdidos en un pasado lejano. Lo que observamos a diario en Brasil es que sigue en plena vigencia y se asocia a la destrucción del medio ambiente y a un modelo económico que reproduce las desigualdades históricas", señaló en una columna publicada en 'Folha' de San Pablo, el sociólogo Rafael Rezende.

"Garimpeiros (buscadores ilegales de oro), leñadores, latifundistas y grandes empresas mineras avanzan sobre la selva amazónica, explotando sus recursos, dejando un rastro de destrucción y muerte. Todo ello, a menudo con el apoyo o la negligencia de las autoridades. El propio presidente es un notorio defensor de la explotación de actividades económicas en tierras indígenas y se enorgullece de no haber demarcado ninguna reserva en sus cuatro años de mandato". Prueba de ello, añadió Rezende, es que en el mismo lugar donde se encontraron rastros de Phillips y Pereira fue hallado también sin vida un año atrás el activista social Eranildo Ribeiro da Cruz, con evidentes signos de tortura.