ALERTA DE LOS ODONTÓLOGOS

Los dentistas españoles ya tratan a pacientes llegados de Turquía con la boca destrozada

En Mallorca, el doctor Ferrán Llansana ha atendido a seis pacientes españoles -de entre 30 y 35 años- que, tras volver del país, piden que se les reparen los daños causados | El presidente de los odontólogos solicita a los colegios profesionales que notifiquen todos los casos para poder tomar "las medidas legales oportunas"

Una paciente en un centro de salud.

Una paciente en un centro de salud.

Nieves Salinas

Los primeros casos de pacientes con la boca destrozada tras viajar a Turquía para someterse a tratamientos de carillas o coronas dentales a precios muy baratos, ya han llegado a las consultas de los dentistas españoles. Hace apenas unos días, el Consejo General se hacía eco de una alerta lanzada por sus colegas británicos por una nueva moda: el TurkeyTeeth, un neologismo que hace referencia a la moda de viajar a este país en busca de una dentadura perfecta. El presidente de los odontólogos. el doctor Oscar Castro, pide a los colegios profesionales que notifiquen todos los casos para poder tomar "las medidas legales oportunas".

En Mallorca, el doctor Ferrán Llansana, ya ha atendido a seis pacientes españoles -de entre 30 y 35 años- que, tras volver del país, buscan que se les reparen los daños causados. El dentista explica que cuatro de esos pacientes fueron de manera organizada con un representante que les ponía en contacto con la clínica turca. En todos los casos, viajaron al país para realizarse tratamientos estéticos con rehabilitación de carillas cerámicas por un precio más barato que en España, pero sin saber qué dentista les iba a atender.

EPE.

Los 'packs' de viajes a este país, que pueden encontrarse fácilmente en Internet, incluyen traslados con chófer privado, traductor, alojamiento, consultas...

Las carillas son pequeñas láminas -de un grosor de entre 0,8 y 1,5 milímetros- que se colocan sobre la superficie frontal de los dientes. La ventaja de este tratamiento es que el tallado de los dientes es mínimo o innecesario. Por el contrario, las coronas dentales requieren un tallado del diente mucho mayor, de unos dos milímetros (el 60% del diente), ya que la funda debe cubrirlo por completo. Su función es restauradora y no solo estética, como es el caso de las carillas.

Meca del turismo sanitario

Turquía es un destino conocido internacionalmente por ser la meca de los injertos capilares. El negocio mueve ingentes cantidades de dinero. Los 'packs' de viajes a este país, que pueden encontrarse fácilmente en Internet, incluyen traslados con chófer privado, traductor, alojamiento, consultas...Este mismo verano, varias sociedades científicas mostraban su preocupación por otro fenómeno creciente: la "inasumible" lista de espera que existe en la mayoría de los hospitales públicos en España está empujando a muchas personas a viajar a Turquía para someterse a operaciones de obesidad grave.

En el caso de los tratamientos dentales, la vuelta de Turquía de alguno de esos pacientes está siendo traumática, relatan los dentistas. El doctor Llansana explica que a una de las personas a las que acaban de tratar en su clínica, se le cayó una corona y "presentaba una lesión apical aguda (inflamación alrededor de la punta de la raíz de un diente) en dos dientes que requirieron una endodoncia, además de un ajuste oclusal complejo y de la rehabilitación de las 20 restauraciones", explica Llansana.

Simulación del tratamiento

Especialista en carillas, el dentista atribuye "el motivo principal del fracaso de estos tratamientos" turcos a la ausencia de "una planificación" para obtener "el mejor resultado estético con el menor tallado del diente". De hecho, asegura que las preparaciones que les hicieron a estos pacientes eran más parecidas a las que se hacen para colocar coronas inclusivas (fundas) que para carillas mínimamente invasivas.

Además, en todos los casos observó la falta de trabajo "con instrumentos de magnificación e incluso de microscopio, además de no invertir el tiempo necesario en realizar un correcto mock up (simulación del tratamiento)" que garantice el volumen final de la restauración. "Se realizaron procesos más estándar y no lo adecuado en estos casos: planificar el y después reducir apenas 0,2 o 0,3 milímetros de diente o, incluso, descartando aquellos casos que previamente precisen de tratamientos complementarios, como puede ser la ortodoncia" detalla el dentista.

Daños irreversibles

El tallado tan agresivo de los dientes que les han practicado a estos pacientes, añade el médico, favorecerá a largo plazo una afectación periodontal. Es decir, una inflamación e infección de las estructuras de soporte del diente. Algunos, describe, también tienen molestias al masticar y, sobre todo, un "enorme disgusto" porque lejos de encontrar la sonrisa perfecta han acabado con la boca destrozada.

Los daños ocasionados por tratamientos de carillas mal hechos son irreversibles, advierten los expertos.

Los daños ocasionados por tratamientos de carillas mal ejecutados son irreversibles y condicionarán de por vida la supervivencia de los dientes, advierten los expertos. Aclaran, también, que no siempre las carillas son la solución a corto plazo, sino el proceso final de la solución al problema. Por ejemplo, algunos pacientes que tengan mala mordida o apiñamientos severos deben llevar antes ortodoncia.

Notificar los casos

El presidente del Consejo General, el doctor Óscar Castro Reino, ha hecho un llamamiento a todos los dentistas para que notifiquen a sus colegios todos los casos de pacientes que hayan recibido un tratamiento fallido en Turquía y que, a su vez, los colegios trasladen esa información a este órgano colegial para así poder tomar las medidas legales oportunas. Aclara que no todas las clínicas dentales turcas realizan malos tratamientos. "Como en todas partes, existen dentistas muy cualificados que trabajan con gran profesionalidad. El problema está en aquellas clínicas en las que la persona es tratada como un número más", indica el doctor Castro.

El ortodoncista Itamar Friedländer asegura que el nivel de formación de los odontólogos turcos es mas bajo que en España.

En la misma línea se pronuncia Itamar Friedländer, ortodoncista y fundador de la clínica dental del mismo nombre en Barcelona cuando EL PERIÓDICO DE ESPAÑA, diario del grupo Prensa Ibérica al que también pertenece este periódico, le pregunta por un problema que inquieta cada vez más a los odontólogos españoles: "Como en todos los lados, hay de todo. Entre los más jóvenes, ahora hay excelentes profesionales. Pero el nivel de formación de los odontólogos turcos es más bajo que en España y los tratamientos son más económicos".

Precisa que influye que quienes viajan a aquel país lo hacen a clínicas "normalitas, de trabajo mediano y con un coste muy económico. Los profesionales allí también cobran menos y ofertan los tratamientos más baratos porque, si vas a una clínica de alto nivel, son más caros. Nunca hay una buena calidad por un precio tan bajo", zanja el ortodoncista.