Tabaquismo

Cataluña prohibirá fumar en terrazas, marquesinas de autobús y entradas de escuelas y hospitales

Argimon anuncia que el Govern presentará la nueva ley, que prevé sanciones, "en las próximas semanas" pero aún tendrá que pasar por el Parlament

Una chica fuma en una terraza de una plaza de Barcelona.

Una chica fuma en una terraza de una plaza de Barcelona. / ELISENDA PONS

Beatriz Pérez

La Generalitat de Cataluña está preparando una ley que declarará espacios libres del humo del tabaco (y, por tanto, no se podrá fumar en ellos) lugares públicos como las entradas de escuelas y centros sanitariosmarquesinas de autobuses o terrazas de establecimientos. En comunidades como Baleares o la Valenciana, por ejemplo, ya está prohibido fumar en las terrazas: fue una norma que llegó con la pandemia de Covid-19 y que se ha mantenido. Pero en Cataluña nunca llegó a prohibirse fumar. La Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM) considera "buenísima" la medida si finalmente se lleva a cabo y recuerda que la ley antitabaco española es una de las "más laxas" de Europa. En España está vigente, desde 2010, la ley antitabaco, pero su reforma, planteada este año por el Ministerio de Sanidad, permanece estancada. Así, son las comunidades y las ciudades las que van dando pasos para poner coto al humo.

El anuncio de la nueva ley antitabaco catalana lo ha hecho el 'conseller' de Salut, Josep Maria Argimon, este viernes en TV3, donde además ha concretado que están acabando de redactar la norma, que el Govern podría presentarla "en las próximas semanas" y que después tendrá que seguir el trámite parlamentario. No hay fecha aún de entrada en vigor, pero todo parece indicar que echará a andar a lo largo de 2023. La normativa, según Salut, incluirá el tabaco, los cigarros electrónicos y otros productos relacionados con el tabaco.

Por otra parte, a partir de enero se ofrecerá gratuitamente el tratamiento sustitutivo de la nicotina a las personas con rentas más bajas de 18.000 euros. Salut calcula que podrían beneficiarse unas 600.000 personas que fuman y que se encuentran en este umbral. Argimon ha detallado que estos tratamientos para dejar de fumar cuestan unos 300 euros. Con su gratuidad se quiere eliminar las trabas económicas para las personas con menos recursos.

Según han confirmado fuentes de Salut a El Periódico de Catalunya, diario del mismo grupo, Prensa Ibérica, que este periódico,, la 'conselleria' está trabajando ya la normativa anunciada por Argimon, pero después ha de pasar por Consell Executiu y, posteriormente, debe ir al Parlament. Por eso no saben la fecha exacta de entrada en vigor de esta ley. "A partir de enero de 2023 lo que sí será gratuito es el tratamiento para las personas con rentas inferiores a 18.000", señalan estas fuentes. La norma prevé sanciones. Ya hay "experiencias exitosas" en Cataluña, como los clubs de fútbol sin humo o las playas sin humo que han llevado a cabo diferentes municipios, por lo que ahora Salut se plantea "consolidar" estas iniciativas y "aumentar el tipo de espacio".

Cifra de fumadores estable

Argimon ha reconocido que la reducción de personas fumadoras se frenó en 2017 y desde entonces la cifra se mantiene estable en aproximadamente un 24% de fumadores en Cataluña. También ha añadido que siempre que se ha impulsado alguna normativa que declarara espacios libres de humo más gente ha dejado de fumar y por este motivo la 'conselleria' trabaja en una nueva.

El 'conseller' ha explicado que esta es una ley que puede sacar adelante Cataluña y que así lo hará. Ha reconocido que debe haber un "periodo de transición" para que se pueda aceptar esta nueva realidad, pero ha recordado que antes se fumaba en lugares como restaurantes y ahora eso sería seguramente impensable.

¿Qué ocurría hasta ahora?

La reforma legal de la ley antitabaco del Ministerio de Sanidad está actualmente paralizada, así que de momento impera la del año 2010. La reforma de la ley que plantea el departamento dirigido por la ministra Carolina Darias prevé prohibir fumar no solo en las terrazas de bares y restaurantes, sino también en los estadios deportivos, en parques, playas y en los coches particulares.

Pero, dado que esta reforma está estancada y que desde hace años se habla de que la ley de 2010 debe ser endurecida, han sido las propias comunidades ayuntamientos quienes han ido poniendo coto al tabaco por su cuenta. Otro ejemplo: Barcelona ha aprobado este año la prohibición de fumar en las playas. A nivel estatal, no ha habido avances.

"Buena medida de salud pública"

Aunque la hostelería catalana rechaza la medida ("no es el momento de dictar una prohibición como esta, ya que el sector sale de una pandemia muy perjudicada y débil", ha señalado en un comunicado la Federació Catalana de Locals d'Oci Nocturn, Fecalon), los médicos aplauden la iniciativa. "Si realmente hacen esto [prohibir fumar en terrazas, entrada de escuelas y marquesinas], es buenísimo", valora para este diario Laura Mezquita, coordinadora del Grupo de Trabajo 'Cáncer, Trabajo y Medioambiente' de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM) y oncóloga médico del Hospital Clínic (Barcelona).

Mezquita, que se dedica a tratar tumores torácicos, cree que la medida es "positiva" porque, además de "dificultar" que la gente siga fumando, protege sobre todo a los no fumadores. "El tabaco es el principal factor de riesgo de cáncer de pulmón y, además, es el factor de riesgo que más años resta en general. Produce también enfermedades respiratorias y cardiovasculares", explica Mezquida.

La oncóloga matiza que la ley antitabaco española, que aprobó en 2006 el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero y que se modificó en 2010, es hoy por hoy "de las más laxas" de Europa. En Francia, Italia y los Países bajos, por ejemplo, se protege "mucho más" a los fumadores pasivos y solo se permite fumar en zonas "perfectamente separadas". Medidas como la que Cataluña quiere implantar ahora "aumentan la protección" de los fumadores pasivos.

"Creo que es una buena medida de salud pública que va contra un factor de riesgo muy importante. Hay que continuar y no quedarse ahí. Hay otras medidas que ya dependen del Gobierno estatal -como dificultar el acceso al tabaco-, pero algunas como esta son relativamente fáciles de implementar y tienen un impacto positivo en la salud de la población", concluye Mezquida.