Mar
Movilización de voluntarios en Pontevedra para salvar a Manoliño, el delfín arponeado
Los biólogos de Cemma creen que la varilla incrustada en el cetáceo fue disparada por un pescador submarino
Marta Clavero
A primera hora de este martes, un equipo de voluntarios repartidos en varias embarcaciones partieron desde diferentes puntos de la costa gallega hacia el puerto de O Freixo con un único objetivo: salvar a Manoliño. "Vienen desde Nigrán, Pontevedra, Vilagarcía, Noia, de muchos sitios...", confirma Alfredo López, portavoz de la Coordinadora para o Estudo dos Mamíferos Mariños (Cemma) que lidera este operativo para intentar sacarle el arpón que lleva clavado en el costado 'Confi' (así denomina la coordinadora al delfín de la ría de Muros-Noia, ya que "nosotros nunca le ponemos nombres de personas a los animales").
Manoliño, el delfín más sociable de Galicia, aparecía herido el pasado domingo. Un aviso del 112 alertaba a este equipo de profesionales que el cetáceo estaba nadando cerca del puerto de O Freixo en Outes, con lo que parecía un arpón clavado en el costado.
"Cuando llegamos comprobamos que así era. Se trata de un arpón de un metro, aproximadamente, que fue disparado por un pescador que hacía submarinismo", confirma convencido el biólogo de Cemma: "Dos y dos son cuatro; no me gustaría tenerlo delante con su arma", aclara en un tono de cierto malestar.
"Se trata de un arpón de un metro, aproximadamente, que fue disparado por un pescador que hacía submarinismo", confirma convencido el biólogo de Cemma: "Dos y dos son cuatro; no me gustaría tenerlo delante con su arma"
El lunes hicieron un primer intento para sacarle la varilla metálica que tiene clavada pero fue infructuoso. "De momento, estamos navegando hacia la zona con unos 20 voluntarios y primero hay que encontrar al delfín", declara a Faro de Vigo, del grupo Prensa Ibérica, el portavoz de Cemma desde la embarcación que se dirige hacia la costa de Outes. "Después, hay que confiar y esperar que nos siga o que podamos trasladarlo a la rampa del puerto de alguna manera, ya que en el agua es imposible tratar de quitarle el arpón", matiza.
"Puede ocurrir que nos siga o que no nos siga", predice "pero, en el caso de que lo logremos, aún tenemos que analizar qué hacemos para extraer la vara metálica: si podremos sacarla del todo, o hay que cortarla; a ver qué decide el veterinario", duda Alfredo quién afirma que "en cualquier caso, es peligroso que siga con ese arpón ahí".
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