Biodiversidad

El pato más amenazado de Europa marca un hito en Valencia

Una pareja de Cerceta pardilla soltada en un marjal saguntino ha sido la primera en criar en la península

Un ejemplar de Cerceta con sus crías.

Un ejemplar de Cerceta con sus crías. / Marta Ibáñez

Marián Romero

El pato más amenazado de Europa marca un hito en Sagunto (Valencia). Una pareja de Cerceta pardilla de un humedal saguntino ha sido la primera en criar en toda la Península Iberica, un hecho de gran relevancia si se tiene en cuenta que esta especie no lo hacía desde hace 20 años en el marjal Almardà-Almenara.

Estas dos aves procedían del marjal dels Moros de Sagunt. En concreto, se trata dos ejemplares que habían sido soltados en este humedal dentro del proyecto Life Cerceta pardilla que gestiona la conselleria de Agricultura, Medio Ambiente, Cambio climático y Desarrollo rural.

La cría se ha producido en la finca de La Palafanga, en Almenara, zona custodiada por Acción Ecologista Agró, aunque meses antes una de estas nidificantes se había localizado en la Casa Penya, dentro del marjal norte de Sagunto, en la reserva de fauna silvestre. Casi mes y medio más tarde se localizaron a otros dos ejemplares, esta vez en els Estanys de Almenara. La lectura de las anillas de los tres patos confirman que procedían del Marjal dels Moros y en concreto del programa life que allí se lleva desarrollando. Un programa que tiene como objetivo la recuperación del pato nidificante más representativo de nuestro territorio y que en la actualidad, se encuentra en peligro crítico de extinción. Con esta proyecto Life de la Generalitat Valenciana se persigue revertir esta situación, por lo que la conselleria en colaboración con otras entidades como es el caso de Agró están realizando varias tareas de conservación en los humedales costeros mediterráneos, siendo uno de los escenarios clave el Marjal de Almenara en el que se encuentra el de Almardà.

Dentro de este programa, esta primavera fueron liberadas en la reserva de fauna silvestre que hay junto a a la Casa Penya, en el marjal norte de Sagunt, 15 ejemplares. De estos, al menos diez se han avistado por la zona, lo que convierte a este humedal saguntino en un reducto relevante de población estable no reproductora de cerceta pardilla, con muchas posibilidades de convertirse en un núcleo reproductor dadas sus óptimas condiciones.

Otros de los hechos que así lo corroboran es la aparición de un ejemplar silvestre al que los ecologistas han seguido la pista tras colocarle un GPS, después de tener que tratarlo en el centro de recuperación de aves, donde llegó malherido. "De mayo a octubre no fue ningún problema localizarlo por la zona, su rastro se perdió el 12 de octubre, justo el día del inicio de la temporada de caza", lamentaban desde Agró.

Los ecologistas destacan que de las 1.500 hectáreas que tiene el humedal de Almenara, este pato silvestre fuera a parar a las 60 hectáreas que ellos custodian entre las que está Sagunto.

Custodia de Agró

Colocación de cajas nido.

Colocación de cajas nido. / Acción Ecologista Agró

Las buenas condiciones en las que se encuentra este marjal se deben en parte a esta custodia y a las diferentes acciones que esta comporta, que han devuelto la biodiversidad a la zona. Entre estas, cabe destacar la óptima gestión de la vegetación que han hecho los ecologistas, abriendo zonas de lagunas bajas, restaurando la vegetación autóctona, regulando correctamente los niveles de agua, además de muchas otras que convierten a este humedal en un hábitat adecuado para la reproducción de la Cerceta pardilla, otro hito que según los ecologistas de Agró, no tardará en producirse.