Informe internacional

La infancia mundial se enfrenta a una situación sin precedentes desde la segunda guerra mundial, según Unicef

Desde 2015 el número de niños y niñas que necesitan ayuda humanitaria para salvar su vida se ha multiplicado por tres | La pandemia, los conflictos y las consecuencias de la emergencia climática trazan un panorama dramático para los menores

Una madre coge en brazos a su bebé, en Somalia, país azotado por la hambruna.

Una madre coge en brazos a su bebé, en Somalia, país azotado por la hambruna. / Save the Children

Olga Pereda

Los conflictos entre países, las catástrofes y la emergencia climática hacen que la infancia mundial se enfrente hoy a una situación sin precedentes desde la segunda guerra mundial. Desde 2015 el número de niños y niñas que necesitan ayuda humanitaria para salvar su vida se ha multiplicado por tres. Este es el dramático grito de auxilio que ha lanzado hoy Unicef. La agencia de Naciones Unidas ha hecho un llamamiento político y social en todo el mundo para conseguir 10.000 millones de euros en 2023 y ayudar así a 173 millones de personas, incluidos 110 millones de niños y niñas, afectados por crisis humanitarias, los efectos duraderos de la pandemia de covid en todo el mundo y la creciente amenaza de eventos climáticos severos.

Los cinco principales llamamientos por requisitos de financiación para 2023 son para AfganistánUcrania y la respuesta a los refugiados, la crisis de refugiados sirios, así como la hambruna de la República Democrática del Congo, Etiopía y Somalia.

Por primera vez en mi vida he tenido la sensación de estar en una zona que no se puede habitar”, ha explicado Saul Guerrero, asesor de Unicef en nutrición en emergencias, sobre su visita a Somalia el pasado mes de febrero. Cada minuto entra un menor en los centros de desnutrición severa que la organización tiene en el país africano.

“Siempre pensamos que estas crisis afecta a poblaciones muy bregadas en el cambio y en adaptarse para superar las dificultades. Pero hay una cosa contra la que el ser humano es imposible que se adapte: la falta de agua”, ha añadido. El experto, además, ha hecho hincapié en que los tratamientos terapéuticos para los niños desnutridos han subido de precio un 16% debido a la invasión de Ucrania por parte del ejército de Putin. Eso significa que habrá menores a los que Unicef no sea capaz de atender. Otro dato alarmante es que el 90% de los alimentos importados en Somalia vienen de Rusia y Ucrania.

Cuerno de África

José María Vera, director ejecutivo de Unicef, ha explicado que la situación actual es de policirisis. La pandemia por coronavirus ha empeorado los conflictos entre países, tanto los olvidados (Yemen, Afgansitán), como los enquistados (Siria, 12 años de conflicto) y los recientes (Ucrania). La emergencia climática empeora las cosas por los fenómenos extremos, como las inundaciones de Pakistán (donde ya es imposible realizar una cosecha para el año que viene) o la sequía que asola el Cuerno de África, que está viviendo la segunda hambruna de este milenio, en palabras de Saul Guerrero.

El cambio climático es una realidad mundial, pero en el Cuerno de África está teniendo unas consecuencias especialmente preocupantes. La mayor sequía en los últimos 40 años se ha cebado con una población ya de por sí vulnerable y ha agravado la inseguridad alimentaria que afecta a más de 50 millones de personas.

Las cifras de Unicef son para echarse a temblar. 400 millones de niños y niñas viven en zonas de conflicto, mil millones lo hacen en países muy vulnerables respecto a las consecuencias severas de la emergencia climática y 37 millones se han tenido que desplazar para dejar atrás guerras, conflictos y otro tipo de violencia.

“Las necesidades están aumentando por una combinación fatal de conflictos, crisis migratorias, brotes de enfermedades y tasas cada vez más elevadas de desnutrición. Situaciones a las que se suma el cambio climático, que afecta a la frecuencia, la intensidad y la duración de estas situaciones de emergencia”, ha explicado el director ejecutivo de Unicef durante la presentación del informe de acción humanitaria para la infancia 2023.

A lo largo de 2022, Unicef ha conseguido vacuna contra el sarampión a 23,8 millones de niños vacunados contra el sarampión. 2,6 millones de niños han sido tratados contra la desnutrición aguda grave. 28 millones de niños han tenido acceso a la educación. 13 millones de niños, adolescentes y cuidadores han podido recibir a apoyo psicosocial y de salud mental.