Atención psicológica

Una víctima de tráfico de personas: "No podía dormir ni contar lo que me pasaba"

Una joven nigeriana que estuvo atrapada en una red de explotación en Barcelona cuenta su historia

Imagen de archivo del fenómeno de la prostitución en Barcelona.

Imagen de archivo del fenómeno de la prostitución en Barcelona. / JOAN CORTADELLAS

Beatriz Pérez

Esta mujer nigeriana que ronda los 30 años quiere contar su historia, pero pide anonimato. El dolor se cuela entre sus palabras, en lo que dice pero sobre todo en aquello que no llega a decir y que los periodistas que la escuchan sobreentienden. Llegó a Barcelona en 2017 y hasta 2019 estuvo atrapada por una red de explotación de tráfico de seres humanos. No da detalles sobre lo qué ocurrió en esos años, pero sí del impacto psicológico del horror vivido.

"Fue muy duro para mí, una experiencia muy dura y al llegar a Barcelona no hablaba con nadie, no podía compartir con nadie cómo me sentía", explica con ayuda de una traductora. Esta joven es una de las mujeres atendidas por la Unitat Municipal contra el Tràfic d'Èssers Humans (UTEH) de Barcelona, que trabaja conjuntamente con el Hospital Vall d'Hebron, el cual ofrece la atención psicológica. El 40% de las personas atendidas en la UTEH requieren de atención psicológica y el 77% fueron víctimas de explotación sexual.

La joven llegó en 2017 a Barcelona engañada. "Me prometieron que llegaría a Europa, que en un año podría tener trabajo y papeles, que viajaría gratis. Se hicieron mis amigas", cuenta con respecto a sus explotadores. Ya en Barcelona, logró romper con ellos en 2019, cuando entró en la UTEH. "No dormía por las noches y no podía explicar bien qué me pasaba. Hablaba sola...". Los psicólogos de la UTEh le dijeron que no la podrían ayudar si no contaba qué le pasaba.

Comenzó a hacerlo, a hablar. Comenzó a sentirse mejor. Comenzó a dormir y ahora puede contar lo ocurrido. Y sabe que no volverá jamás a Nigeria, aunque tiene contacto con sus hijos, que residen allá, a los que quiere traer a vivir a Barcelona.

Creada en 2016

La Unitat de Tràfic d'Èssers Humans de Barcelona, ubicada dentro de la Direcció de Feminismes i LGTBI del Ayuntamiento, se creó en 2016 con el fin de acabar con el tráfico de seres humanos, el trabajo ilegal de personas con explotación sexual, trabajos forzados o cualquier otra forma moderna de esclavitud.

La atención psicológica de la UTEH la lleva a cabo el servicio de Psiquiatría del Hospital de Vall d'Hebron (Barcelona). El hospital y el consistorio han presentado hoy el informe bianual de la unidad. En 2020, la UTEH atendió a 227 personas y en 2021, a 229. Aunque, como ha explicado la regidora Laura Pérez, tenienta de alcaldía de Drets Socials, Justícia Global i Feminismes i LGTBI., "hablar de perfiles es complejo", el 77% de las atendidas fueron víctimas de explotación sexual. La mendicidad y la criminalidad forzadas representan un 2,5% cada una de ellas.

Son mujeres mayoritariamente de entre 20 y 40 años. Además, entre un 10% y un 15% fueron mujeres trans y más de la mitad de las víctimas son de nacionalidad nigeriana. la unidad también está notando un aumento del tráfico de trabajo forzoso, que ha subido del 6% al 10%, sobre todo en hombres. El 100% de las personas atendidas en la UTEH presentan un "impacto psicológico grave".

Daños físicos y mentales

Las situaciones de violencia, coacción y explotación que han vivido las víctimas tienen como consecuencia trastornos y daños sobre la salud física y mental. Por este motivo, la UTEH trabaja conjuntamente con el servicio de Psiquiatría del Hospital Vall d'Hebron. "El tratamiento psiquiátrico es un servicio esencial para favorecer los procesos de recuperación", ha destacado Mar Ramos, psiquiatra del programa de Psiquiatria Transcultural de Vall d'Hebron, que atiende a las personas derivadas de la UTEH.

La unidad atiende a personas que viven situaciones de "mucho estrés", que tienen "trastornos de ansiedad grave y trastornos por estrés postraumático o afectivos", con muchas dificultades para dormir o comer. "La principal dificultad es establecer un vínculo de confianza en el cual la persona pueda pedir ayuda siempre que lo requiera, sin juzgar ni discriminar, y donde trabajamos para reconstruir su autoestima, su autorrespeto y la autocapacitación desde la proximidad", ha añadido. La mayoría de las víctimas vienen de países donde aún hay mucho estigma en torno a la salud mental.