SALUD MENTAL

Sin noticias del chat para menores en riesgo de suicidio anunciado por Carolina Darias

El Ministerio de Sanidad señala que el servicio, asociado a la línea 024, está en el proceso de contratación pública y confían en que pronto esté operativo

Jóvenes con sus móviles.

Jóvenes con sus móviles. / FERRAN NADEU

Nieves Salinas

Casi seis meses después de que la ministra de Sanidad, Carolina Darias, anunciara que el 024, la línea telefónica de atención a la conducta suicida puesta en marcha en mayo por su departamento, contaría con un chat para que los más jóvenes, un grupo que preocupa especialmente, puedan hablar "abiertamente" este servicio todavía no está operativo. Fuentes del ministerio indican que el servicio está en el proceso de contratación pública y confían en que pronto esté operativo.

En septiembre, en un acto sobre salud mental, Darias anunció que el teléfono 024 contaría con un chat "para que la gente joven pueda expresarse abiertamente". La idea, que sea accesible a aquellas personas que prefieren utilizar esta modalidad de comunicación, especialmente jóvenes y adolescentes. Sin embargo, por ahora, ese canal de comunicación para las personas de edades más tempranas, asociado a la línea de prevención, deberá esperar.

Sanidad no desvela si, cómo sucedió con la gestión de la línea 024, será Cruz Roja quien se ocupe del chat

Consultado por EL PERIÓDICO DE ESPAÑA, del grupo Prensa Ibérica, su departamento explica que, al igual que sucedió cuando se asignó la línea 024 a Cruz Roja, se está trabajando en el proceso de contratación pública del canal y que se espera que funcione en unos meses. Tampoco se sabe si será esta entidad la que se ocupará de su gestión. La asignación de la línea a Cruz Roja se justificó por la experiencia en la gestión de este tipo de líneas en las que hay que prestar una ayuda urgente y vital.

Confidencial y gratuita

La línea de atención a la conducta suicida -gratuita, confidencial, disponible 24 horas al día y atendida por expertos- ha registrado más de 93.000 llamadas desde el 10 de mayo, cuando se puso en funcionamiento, con un 30% de llamadas de menores de 30 años, con datos del propio ministerio del 25 de febrero. De la dimensión del problema da idea que, el primer día que entró en funcionamiento, recibió más de 1.000 llamadas. La atención esta estructurada en forma de niveles y cuando hay un riesgo alto, se alerta a los servicios de emergencia.

Los últimos sucesos con menores como protagonistas -el suicidio consumado de Alana, el niño trans que pidió llamarse Iván, y la tentativa de su hermana gemela Leila o el intento de un menor con autismo, ambos en Cataluña- han disparado todas las alertas pese a que son muchas las entidades que llevan tiempo advirtiendo de la frágil salud mental de nuestros niños y adolescentes.

Datos muy preocupantes

Según los expertos, el aumento de los problemas mentales entre los jóvenes, que ha afectado a "muchos países", comenzó a detectarse a partir de finales de 2020, se ha mantenido de forma "muy significativa" a lo largo de los dos últimos años. El 'Estudio sobre Conducta Suicida y Salud Mental en la Infancia y la Adolescencia en España (2012-2022)' de la Fundación ANAR (presentado en diciembre) daba una foto fija e una situación límite: en 2021 atendió a 748 menores que en el momento de la llamada estaban intentando terminar con su vida

El perfil más común era el de una chica de entre 13 y 17 años, de familia migrante, con antecedentes de fuga, que se autolesiona y ha sido víctima de abuso sexual. Vergonzoso también, denunciaba la entidad, que, entre 2019 y 2022, sólo el 44% de los niños o adolescentes haya recibido tratamiento psicológico por las largas listas de espera en la sanidad pública. Demoras que se suplen con sobre medicación de esos niños, criticaban los expertos.

A lo largo de diez años, ANAR ha ayudado a 9.637 menores que expresaron conductas suicidas, ya fuera ideación o intento. De esa cifra, 3.097 se pusieron en contacto cuando ya habían iniciado la tentativa. Y, lo más grave, lo que vienen alertando psiquiatras, psicólogos, pediatras...desde que estalló la pandemia: el brutal impacto que la crisis sanitaria ha tenido en los menores: el 63,8% de esos casos atendidos se ha concentrado en los últimos tres años.

El mismo estudio muestra que el número de casos ha experimentado un acentuado crecimiento en el periodo 2012-2022 (1.921,3%) destacando el incremento producido en el periodo post-covid, entre 2020 y 2022 (128%). La crisis sanitaria ha supuesto una ampliación de los riesgos psicosociales: más aislamiento, maltrato intrafamiliar, hacinamiento, abuso de las tecnologías, barreras asistenciales a la salud mental, pobreza…Entre 2012 y 2022, los casos atendidos se han multiplicado por 23,7 y los intentos de suicidios por 25,9.