Consecuencias de la DANA

Un mes sin metro en Valencia tras la DANA: "Ha sido una locura, tardaba cuatro horas en llegar al trabajo"

El regreso del servicio de metro es aplaudido por los viajeros tras abandonar un servicio de autobuses "deficitario, incómodo y sin información"

Usuarios de metro, el primer día de la vuelta del servicio.

Usuarios de metro, el primer día de la vuelta del servicio. / Germán Caballero

Mónica Ros

Laura tiene 22 años y es auxiliar de enfermería. Vive en la localidad valenciana de Torrent, pero trabaja en Meliana, a algo más de 20 kilómetros. Tras la DANA, esperaba el regreso del servicio de metro de Valencia por "pura necesidad", ya que tardaba en llegar a su trabajo 4 horas de ida, y otras 4 de vuelta para regresar a casa. "Una locura", relata la joven desde la estación de metro de Ángel Guimerá, donde espera el metro que la lleve a la casa donde trabaja cuidando a una persona mayor. "Lo he pasado muy mal. Estamos hablando de perder ocho horas al día en llegar al trabajo y volver a casa. Una locura. Para personas como yo, la vuelta del servicio epra fundamental. Vivo en Torrent y aún así ya llevo casi una hora y aún me queda la mitad del trayecto, pero con todo tardaré la mitad", explica la joven.

Carmen, de 49 años, mete en la mochila el bocadillo preparado para la hora del almuerzo y sale de la estación del metro. Respira hondo. Está emocionada y no lo oculta. "Estoy emocionada, es cierto. Ha sido terrible y me da algo de pudor decirlo porque entiendo el verdadero drama de quienes han perdido a un ser querido o sus casas", explica la mujer. Ella, vecina de una urbanización de Riba-roja ha realizado durante un mes el siguiente itinerario: 4 kilómetros a pie para coger el autobús que lleve la centro de la ciudad de València para recorrer en dos horas y media un trayecto en metro que no supera los 30 minutos. "He tardado más de dos horas cada día. De ida y de vuelta. Lo nuestro han sido daños colaterales, pero no se entiende que FGV solo disponga de una central en València" explica Carmen tras girarse y recalcar que lo que debe constar "es que la alerta la tenían que haber dado antes".

El jefe de María López le había dado un ultimátum: si el servicio de transporte no mejoraba la iba a cambiar el contrato para reducirle las horas en el restaurante donde trabaja. "Tardaba casi tres horas en llegar de Vinalesa a València. En Melina cogía el autobús, pero entre que había pocos, iban muy llenos y el tráfico... Ha sido muy difícil desplazarse para trabajar. He llegado tarde todos los días, por más pronto que me levantara e iniciara el viaje", explica la mujer.

Crítica al servicio de autobuses: "Pocos, muy llenos y sin información"

Los usuarios del metro, acostumbrados a una frecuencia de paso constante, puntual y sin tráfico que demora los trayectos, critican un servicio de autobuses "que no ha funcionado como debiera. Faltaban más vehículos porque iban muy llenos y muchas veces ni paraban. Las pantallas, apagadas. Así que tampoco había información. Hemos pasado un mes muy caótico", explica Ana María, de 59 años y trabajadora del sector inmobiliario tras recalcar las más de dos horas diarias en autobús para llegar del distrito Marítimo al barrio de San Isidro.

Las madres con hijos pequeños o las personas con movilidad reducida merecen una reseña aparte, ya que "imposible subir al autobús con el carro del niño", explica Clara, profesora universitaria que se ha visto obligada a viajar con el niño en brazos a diario.

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