Francisco

Los médicos consideran que el Papa ya no está en "peligro inminente", aunque su ingreso aún se alargará unos días más

A pesar de la buena noticia, el cuadro clínico de Francisco sigue siendo "complejo" y serán necesarios "algunos días más" para continuar con las terapias médicas

El Papa Francisco

El Papa Francisco / Archivo

Irene Savio

Ciudad del Vaticano

Casi un mes después de su hospitalización y tras cuatro crisis respiratorias, los médicos del Papa han levantado este lunes el "pronóstico reservado" del Pontífice. Con esta premisa, fuentes vaticanas han aclarado posteriormente que la decisión implica que la vida de Francisco ya no se encuentra "en peligro inminente" a causa de la infección respiratoria que lo ha mantenido en el hospital Gemelli de Roma desde el pasado 14 de febrero.

 "Aun así, pero el riesgo permanece", han puntualizado. Tanto es así que, a pesar de la buena noticia, el cuadro clínico de Francisco sigue siendo "complejo" y serán necesarios "algunos días más" para continuar con las terapias médicas farmacológicas en ámbito hospitalario y para que finalmente reciba el alta, han aclarado. 

En esta línea, los médicos han aclarado haber tomado su decisión en base a que las "mejorías registradas en los pasados días se han consolidado aún más, como lo confirman los análisis de sangre, la evaluación clínica y la buena respuesta a la terapia farmacológica", han explicado. "Se trata, por lo tanto, de signos positivos en la evolución de la patología, que deben ser recibidos con prudencia y cautela, ya que la neumonía aún no ha sido superada", han añadido fuentes vaticanas.

Difícil hospitalización

El anuncio de la mejora de Francisco llega después de un ingreso hospitalario que tuvo diversos momentos críticos, especialmente la crisis de "vómito por inhalación" del pasado 28 de febrero, lo que hizo temer gravemente por la vida del Papa. De hecho, la ingestión accidental de vómito podía causar una nueva infección en los pulmones y complicar más la bronquitis derivada en neumonía en los dos pulmones del Papa.

"El Santo Padre fue inmediatamente sometido a broncoaspiración y comenzó la ventilación mecánica no invasiva, con una buena respuesta en el intercambio de gases", explicaron los médicos en aquella ocasión. Antes de eso, otra gran preocupación de los médicos también había sido la posibilidad de que la infección del Papa derivara en septicemia, más difícil de curar, según había explicado el jefe del equipo médico del Gemelli, Sergio Alfieri. 

Tracking Pixel Contents