Buses y terrazas saturadas en Madrid tras el apagón

Los autobuses de Madrid no dan abasto para recoger a todas las personas que, con el Metro sin funcionamiento, buscan la fórmula para llegar a sus destinos por unas calles que, a trozos, son un auténtico enredo de automóviles sin la necesaria guía de los semáforos, algunos de los cuales siguen en negro. El apagón generalizado en toda España ha sumido a la capital en el caos, aunque son muchos los que han optado por hacer la espera más amena en las cientos de terrazas que hay por las aceras madrileñas.

Ante el apagón y, sobre todo, la desconexión digital -los servicios telefónicos también llevan fallando desde las 12:30 horas- la gente ha optado para echarse a la calle a pregunta a quien fuera qué estaba pasado. "A mí me han dicho que en Galicia tampoco hay luz", decía un vecino cerca de la glorieta de Embajadores segundos antes de que alguien le interpelara para asegurar que el apagón afectaba a toda la Península Ibérica.

Un señor de cerca de 85 años, oyente de esa conversación, esperaba -y espera- en su silla de ruedas mecanizada a que volviera la corriente para poder subir en ascensor a su casa. "A mí lo que me interesa es esto. Ni Portugal, ni Alemania ni nada", respondía a aquellos que, con una radio en la mano, hablaban sobre las incidencias en parte del país vecino.

Aviso del alcalde

A los pocos metros, uno de los autobuses de la EMT, con el aforo más que completo, ha frenado en una parada para abrir tan solo las puertas traseras. El cierre del Metro, de donde han sido evacuadas miles de personas tras la caída de la red eléctrica, ha provocado que los ciudadanos buscaran medios alternativos para llegar a sus destinos. Con los semáforos apagados, la policía municipal y los agentes de tráfico se han tenido que lanzar a coordinar la circulación.

Tras varias horas de apagón, el alcalde de Madrid, José Luis Martínez Almeida, ha recomendado a todos los ciudadanos que "minimicen absolutamente los desplazamientos" para dejar libres todas las vías para el paso de los servicios de emergencia. En un mensaje en la red social X ha informado de que también se han cerrado los túneles de la M-30.

Sin embargo, ni los avisos del alcalde madrileño ni el colapso en algunas de las principales arterias de la ciudad ha impedido que siguieran funcionando por el centro de la capital los servicios de 'tuktuk' para turistas que, sentados en los asientos traseros, escuchaban los comentarios de sus conductores ajenos a lo que ocurría en el resto de la ciudad.

Bares llenos

Además, más allá del caos en las carreteras y el agolpamiento de miles de ciudadanos en las aceras, compartidas aún con toneladas de basura tras una semana de huelga de los servicios de recogida, las calles del centro de Madrid han mantenido cierta calma. Una de las principales diferencias de este lunes con respecto a otros ha sido la ocupación de las terrazas, donde muchos han aprovechado para hacer tiempo junto a una caña.

Un ejemplo claro son los bares cercanos a la plaza de Cibeles, uno de los epicentros de la capital, que están a rebosar de oficinistas que no pueden trabajar, y consumen bebidas y comidas frías, informa Patricia Martín. También los supermercados registran afluencia de gente comprando comida, aunque los dependientes tienen que cobrar en efectivo y con calculadora en mano.