Práctica cruel

La Guardia Civil rescata a cachorros de perro mutilados por su dueño

El Seprona localiza cachorros de perro maltratados en Tarragona

Juan José Fernández

Juan José Fernández

Madrid

En Tortosa (Tarragona) se instruyen diligencias contra un vecino de L'Aldea, por maltratar a tres cachorros de perro bodeguero. El Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil le ha pillado cuando andaba cortándoles el rabo a los animales, parte de una camada nacida hace pocos días.

Según ha difundido el instituto armado este domingo, los agentes estaban examinando un terreno en L'Aldea cuando hallaron un capazo con los animales, "entre mantas sucias y manchas de sangre", dice el comunicado.

Al mirar más detenidamente, descubrieron que tres de los cachorros tenían el rabo cortado y "heridas en carne viva". Los guardias se llevaron los perros a un veterinario, que los ha intervenido de urgencia para cerrar y desinfectar la herida.

El propietario está ahora siendo investigado bajo acusación de supuesto delito de maltrato animal. Pese a una costumbre extendida aún en áreas rurales, en España está prohibido mutilar a los animales: no es legal recortarles las orejas a los perros, ni cortarles el rabo porque al dueño le parezca que así son más bonitos o crea que así tienen un aspecto más feroz..

La única excepción que contempla la ley es una necesidad de salud animal, pero debe estar acreditada por el informe de un veterinario. La prohibición está en vigor desde el 1 de febrero de 2018, y sigue los principios del Convenio Europeo de Protección de Animales de Compañía.

Creencia falsa

La costumbre de cortar el rabo a los perros de ciertas razas proviene de la creencia de que así se le evitan lesiones y se les fortalecer la espalda en trabajos o en lances cinegéticos, como si la caza no fuese un factor en el origen natural de esos animales.

Los criadores que violan esta norma de bienestar animal suelen utilizar un cuchillo afilado, y mutilan al animal a los pocos días de nacer, cuando lo apartan de la madre.

En 2021, una práctica laxa de los guardas forestales de Catalunya a la hora de levantar actas de infracción sobre perros de caza motivó que ocho organizaciones animalistas y ecologistas denunciaran a la Generalitat, en la primera causa de ese volumen contra una administración en el ámbito de estas prácticas. El Govern endureció la vigilancia.

No hay un recuento oficial publicado sobre el número de diligencias abiertas por la práctica concreta de la mutilación, también llamada caudectomía, que genera centenares de denuncias de los agentes del Seprona cada año.

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