"Ojalá que los Mossos me encuentren". Eso es lo que pensaba cada día la joven de 19 años que el pasado viernes fue liberada por la policía autonómica de Cataluña tras permanecer dos meses secuestrada por los familiares de su ex pareja. "Me daban puñetazos y navajazos constantemente y el que más me pegaba era el que había sido mi novio". Así narraba ayer su calvario esta joven, que logró escapar cuando por fin fue hallada por la policía.

La joven abandonó ayer el Hospital de Manresa, donde se encontraba ingresada desde el pasado fin de semana, cuando fue liberada. Los cinco detenidos, tres hombres y dos mujeres, que igual que la víctima son de etnia gitana, declararon el lunes ante el juez de guardia de Vic, que ha prorrogado su detención, informaron fuentes judiciales.

Fuentes de la Fundación Althaia -que gestiona el centro- confirmaron ayer que la joven recibió el alta médica a las 11.15 horas y abandonó el centro hospitalario. La joven ingresó en este centro de la ciudad de Manresa el sábado por la noche, concretamente en la Unidad de Traumatología, y también era tratada por la de Salud Mental.

A partir de ahora la joven deberá volver a este hospital para hacer el seguimiento de sus heridas de forma ambulatoria. Cuando fue rescatada, la víctima presentaba marcas evidentes de haber sido agredida en reiteradas ocasiones, tenía hematomas por todo el cuerpo y la cara, marcas de haber sido golpeada con una cadena, tenía la cabeza rapada, y heridas de arma blanca en las piernas.

Los Mossos investigan la supuesta violación de la joven y se ha imputado a uno de los cinco detenido el delito de agresión sexual. Los cinco detenidos son Juan E.G., de 25 años y vecino de Manresa; Juan Gabriel B.I., de 18 años y vecino de Palau-Solità i Plegamans; Jessica G.V., de 18 años y vecina de Olost, y Adelina J.A., de 49 años y vecina de Manresa, además de Pascual E.J., de 20 años y vecino de La Garriga, que es el joven que también está acusado de agresión sexual.

Los detenidos están acusados de los delitos de detención ilegal, lesiones, omisión del deber de socorro, trato degradante, amenazas y coacciones. La joven fue liberada por los Mossos al atardecer del pasado viernes, tras ser localizada oculta bajo unas mantas en el interior de una antigua caseta de transformadores de luz situada en un campamento gitano ubicado en una zona boscosa cerca del cementerio de Centelles.

Al parecer, la joven se fue a vivir por su propia voluntad con la familia de dos de los detenidos, ya que era novia de un integrante del clan familiar. No obstante, cuando se rompió la relación sentimental, la chica se quiso marchar, momento en el que se lo impidieron por la fuerza y se inició su cautiverio de dos meses.