El juez Francisco Serrano aseguró ayer que al menos 31 hombres murieron y 37 resultaron heridos de gravedad en España por agresiones de su pareja en 2008 y 2009, lo que demuestra que «la violencia entre hombres y mujeres es bidireccional», pero pese a ello son ignorados por la «estadística oficial».

El juez de Familia de Sevilla encabeza un movimiento crítico contra la Ley de Violencia de Género porque, a su juicio, favorece las denuncias falsas y ahora ha analizado las muertes de hombres a manos de su pareja, para lo que lamenta haber tenido que utilizar informaciones publicadas en prensa porque son datos «negados por la estadística oficial».

En su análisis Serrano ha recopilado noticias de prensa entre enero de 2008 y febrero de 2010, según las cuales 31 hombres fueron asesinados por sus parejas y 37 resultaron gravemente heridos, aunque sostiene que «el dato más acorde a esa realidad de la violencia de género femenina debería incrementarse al menos en un 50 por ciento con respecto a los datos aflorados».

Denuncias falsas

Sus datos no incluyen los suicidios de hombres «provocados por denuncias falsas, infundadas e injustificadas» ni «los infanticidios y asesinatos de niños por sus madres, al menos 20 en el periodo analizado, ni tampoco el homicidio de padres, madres y otros parientes».

Sostiene Serrano que las estadísticas oficiales en España «siguen negando que la violencia entre hombres y mujeres es bidireccional, como lo demuestran cientos de estudios a nivel internacional».

Señala además que el Observatorio contra la Violencia de Género aún no ha facilitado los datos de violencia de género en 2009 y 2010, pero el Centro Reina Sofía contra la Violencia cifró en 76 las mujeres asesinadas por su pareja en 2008, en 60 las víctimas femeninas de 2009 y en 23 las contabilizadas en los cuatro primeros meses de 2010.

Sin asesoramiento gratuito

El juez afirmó a Efe que ninguno de los hombres lesionados, incluso gravemente, «dispuso de ninguna posibilidad u ofrecimiento de medida de alejamiento de la agresora, ni asesoramiento jurídico gratuito, ni pensión ni beneficio reservado a las mujeres agredidas».

Por último, Francisco Serrano, añadió que tampoco en estos casos los hombres fallecidos ni sus madres «dispusieron de un minuto de silencio para lamentar su pérdida».