La Guardia Civil ha detenido a cuatro jóvenes de familias con un alto poder adquisitivo y bien estructuradas que se dedicaban a robar por la noche en viviendas de las localidades madrileñas de Majadahonda y Villanueva de la Cañada no por necesidad, sino por experimentar nuevas sensaciones.

Se trata de un grupo de jóvenes con edades comprendidas entre los 18 y los 21 años y de nacionalidad española que cuentan con unas óptimas condiciones físicas. Según informó la Guardia Civil, esto les permitía acceder a las viviendas elegidas trepando a través de las fachadas.

A los cuatro detenidos se les imputa la autoría de veintiocho robos con fuerza en casas, donde incluso podían llegar a los segundos pisos de las viviendas. Luego accedían a su interior tras forzar una puerta o romper una ventana.

Los cuatro detenidos no solían realizar un estudio previo de la zona donde pretendían cometer sus hurtos, sino que elegían los lugares donde cometer sus delitos al azar.

En este sentido, aprovechaban cuando se juntaban todos y, en un momento determinado del encuentro, decidían su objetivo como una forma de diversión.

Una vez que lograban su objetivo y conseguían robar en las viviendas, escondían todos los efectos sustraídos en un garaje.

Botín tras los registros

Tras los registros efectuados en el mismo, los agentes han hallado diversas pantallas de televisión, ordenadores, relojes, teléfonos móviles y otro material electrónico.

La operación se ha llevado a cabo en dos fases, según informó la Guardia Civil. En una primera fase, que tuvo lugar el pasado día 2 de junio, fueron arrestados tres de ellos, que responden a las iniciales de A. O. G., G. G. B. y F. G. A.

La segunda fase tuvo lugar el pasado martes 29 de junio, cuando fue detenido A. M. M.

Los tres primeros, tras ser puestos a disposición judicial, fueron ingresados en prisión, y el cuarto fue puesto a disposición judicial el jueves y se ha decretado su ingreso en un centro de internamiento de menores, ya que ha cumplido muy recientemente los dieciocho años.

La denominada operación «Pavylon» se ha desarrollado a partir de la investigación que comenzó el pasado mes de abril.

Fue entonces cuando los agentes detectaron un incremento en el número de denuncias donde los robos a viviendas unifamiliares se habían perpetrado cuando los moradores de las mismas se encontraban durmiendo.

Los agentes realizaron un estudio pormenorizado de las viviendas, así como de los efectos sustraídos y localizaron en el mercado de segunda mano algunos objetos que coincidían con los efectos robados, lo que les permitió identificar a los cuatro jóvenes.