Dos hombres de nacionalidad francesa fueron hallados muertos ayer con disparos de arma de fuego en el interior de una vivienda de una urbanización del término municipal de La Nucía, en Alicante. Fuentes de la investigación informaron de que la Policía Local halló los dos cadáveres, uno de ellos de 30 años, sobre la 01.20 horas de la madrugada del domingo en un domicilio situado en el número 1 de la calle Sarset, en la urbanización Sol Naciente.

La policía judicial de la Guardia Civil se ha hecho cargo de la investigación y trata de aclarar las circunstancias de lo ocurrido, sin que se descarte que pueda tratarse de un posible ajuste de cuentas, aunque sin detenciones hasta el momento. Del caso se ha hecho cargo el juzgado de instrucción número 2 de Villajoyosa, precisamente el mismo que investiga el homicidio del ex alcalde de la vecina localidad de Polop de la Marina, Alejandro Ponsoda.

Tras el levantamiento de los cuerpos sin vida, éstos fueron trasladados al Hospital General de Alicante para efectuar unas placas radiográficas, con el fin de ayudar a la investigación. Después, los cadáveres fueron trasladados al Instituto de Medicina Legal, en la capital, para el examen forense.

Una vecina oyó disparos

Una vecina de la urbanización de La Nucía explicó que escuchó varias detonaciones provenientes de esa zona y que, en un principio, pensó que eran de petardos por la victoria de España en el Mundial de fútbol. Así, comentó que le sorprendió oír esos sonidos, ya que en esta calle de la urbanización Sol Saliente viven muy pocos españoles que pudieran celebrar con tracas el triunfo de la selección.

La vecina explicó además que la casa donde tuvo lugar el crimen ha estado desocupada hasta el pasado viernes, y que desde ese día han vivido en el interior tres personas, al parecer alquilados, mientras que en el mismo periodo vio como entraban y salían coches de lujo. Esta vecina de La Nucía también aseguró que, al parecer, hace unos años el dueño de ese mismo inmueble fue detenido por un asunto de drogas.

El chalet tiene dos puertas metálicas, una peatonal y otra para los vehículos, y desde la calle se apreciaba ayer un reguero de sangre que procedía de tres charcos ubicados en el interior de la vivienda, a escasos 50 centímetros del acceso de los coches.