Un niño de tres años y medio falleció ayer en Burriana tras precipitarse al vacío desde una altura de seis pisos y caer al patio interior de la finca en la que residía, ubicada en la calle Virgen de la Paloma de la localidad. Los servicios de emergencias recibieron el aviso sobre las 19.15 horas.

Según explicaron algunos testigos al parecer el pequeño se encontraba durmiendo en una de las habitaciones de la vivienda cuando, por causas que se investigan, se despertó, se levantó de la cama y se dirigió hacia una especie de galería de que dispone la vivienda.

El pequeño, según los primeros indicios, no se encontraba solo en la vivienda en el momento en que se produjo el trágico accidente. Tras despertarse, se asomó por uno de los ventanales y cayó al vacío hasta una especie de patio interior. Hasta el lugar se desplazó una unidad del SAMU, sin embargo los facultativos únicamente pudieron confirmar el fallecimiento del pequeño, que murió debido al fuerte impacto.

Pese a que la entrada a la finca en la que residía el niño tiene el acceso por la calle Virgen de la Paloma, la colocación de un vallado obligó a los efectivos de emergencias a trasladarse hasta la entrada de la finca de enfrente, ubicada en la calle Escorredor, para poder acceder al patio de luces y llegar hasta el pequeño.

La propietaria del inmueble tuvo que ser atendida por el personal sanitario, ya que sufrió un ataque de ansiedad al encontrar el cuerpo sin vida del menor.

También los padres del pequeño, una familia muy conocida de la localidad de la Plana Baixa, tuvieron que recibir atención médica debido al trágico suceso. La jueza llegó pasadas las 21.00 horas hasta el lugar del accidente y, tras inspeccionar el lugar, ordenó el levantamiento del cadáver, al que se le practicará la autopsia.

Vecinos de la zona indicaron que el pequeño fallecido padecía autismo. La Guardia Civil ha abierto una investigación para esclarecer cómo pudo el menor acceder a una de las ventanas de la vivienda y precipitarse al vacío.

El trágico accidente congregó a numerosas personas en las inmediaciones de la calle Escorredor, una vía especialmente concurrida que tuvo que ser cerrada a circulación durante varias horas para permitir actuar a los efectivos de Emergencias.