Una joven británica de 21 años y que estaba embarazada falleció en las instalaciones del aeropuerto de Girona tras marearse y perder el conocimiento, según confirma el Servicio de Emergencias Médicas (SEM).

La víctima viajaba ayer con varios familiares, los cuales la asistieron inicialmente mientras se llamaba al SEM, que informa que el tiempo que tardó la ambulancia en llegar al lugar de los hechos fue de catorce minutos.