La Guardia Civil investiga si el incendio en el que ayer aparecieron cuatro cadáveres en La Vila Joiosa (Alicante) enmascaraba un crimen de violencia en el ámbito familiar, según confirmaron al Diario Información fuentes de la investigación. Tres de los cadáveres, dos de ellos de menores de edad, presentaban heridas de arma blanca por lo que la hipótesis que se estaba barajando ayer a la hora de cierre de esta edición es que el cuarto fallecido habría acabado con las vidas de los otros y se suicidó después prendiendo fuego a la vivienda. Por el momento, no hay datos concluyentes y los investigadores están a expensas de lo que determine la autopsia, así como establecer cuál fue el origen de las llamas que devastaron el interior del inmueble.

De acuerdo con estas hipótesis, lo que inicialmente se atribuyó a una explosión de gas habría sido un incendio intencionado, en el que el interior de la vivienda fue rociado con líquido inflamable. Se trataría de un triple crimen cometido prácticamente en la intimidad, ya que apenas hay vecinos y las escasas casas rurales de la zona están muy apartadas unas de otras. Otro hijo de la mayor fallecida vivía con ella y se encontraba trabajando en el momento en que ocurrieron los hechos. Las fuentes consultadas por este diario sospechan que la pretensión no habría sido tanto deshacerse de los cadáveres, sino la intención de suicidarse del supuesto homicida.

Los cuatro fallecidos son de nacionalidad española. El presunto autor del triple crimen sería un hombre de 38 años que había trabajado como vigilante de seguridad y las tres víctimas son la madre de éste, de 66 años, su hijo de siete años y una menor de catorce que sería hija de una relación sentimental anterior de la pareja del fallecido. Al parecer, el presunto homicida habría acabado con sus vidas con un cuchillo y un hacha; y finalmente puso fin a la suya incendiando la gasolina con la que había rociado la vivienda y que estaba cerrada a cal y canto desde el interior.