El GPS le gastó una mala pasada. Iba ebrio, buscando un hotel y acabó colisionando contra un muro del aparcamiento de la Policía Local de Orihuela. El rocambolesco caso le ocurrió el domingo por la noche a un joven vecino de Cieza, de unos 30 años de edad, que regresaba de un largo fin de semana tras celebrar el aniversario de una conocida discoteca de la Vega Baja.

Los agentes ni se creían el curioso caso que acababa de caerles del cielo. Eran las nueve de la noche y el estruendo del coche en el aparcamiento hizo que se sobresaltaran y salieran a ver qué había ocurrido. Aquel joven sólo atisbó a preguntar «si tenían una habitación libre», según ha explicado un portavoz de la Jefatura Local en las redes sociales recordando la importancia que tiene no beber si se va al volante.

Viendo el estado que presentaba no les quedó más que proceder a realizarle una prueba de alcoholemia (por ahora no cuentan con prueba de drogas porque se quedaron con las ganas de realizarla) y esta dio positivo. Casi el triple del límite de alcohol máximo al dar 0,31 miligramos por litro de sangre.

La situación era surrealista y más cuando se le facilitó un teléfono para que llamara a un familiar que fuera a recogerlo porque el delito en sí no lleva aparejado dormir en una habitación (con rejas) de la Policía Local. Cuando llamó a su familiar le dijo que estaba en un Hotel de Alicante sin ser consciente aún de dónde estaba, explicaron ayer fuente de la policía local. El asunto acabará en un juicio por un delito contra la seguridad del tráfico, uno más de los cientos que hay cada año