Las pruebas de ADN practicadas al joven hallado en Torrejón de Ardoz y a la madre del italiano desaparecido en 2011 ha dado negativa, según han informado a Efe fuentes policiales.

En un principio se sospechó que el joven localizado en un parque de la localidad podría ser el joven italiano de 26 años Marcello Volpe, un ciudadano de Palermo que llevaba casi seis años desaparecido.

La Policía, tras varias pesquisas, contactó con la madre de Marcello y le envió unas fotos del joven, que fue hallado descalzo, desaliñado y con aspecto de vagabundo.

Pese a ese aspecto, la madre de Marcello Volpe reconoció sin lugar a dudas a su hijo por una cicatriz en la muñeca derecha y decidió volar a Madrid.

Además, el joven que desapareció sufre autismo y el hallado en Torrejón no quiere hablar, solo escribe algunas frases incoherentes y no ha aportado nada que permita identificarle.

Ya en España, la mujer manifestó que no se trataba de su hijo, por lo que la Policía decidió practicar la prueba de ADN presencial, que es más rápida y que ha tenido toda la noche a los agentes de la Comisaría General de Policía Científica trabajando en ella, pero ha dado negativa.

Tras ello, las fuerzas de seguridad van a acometer más gestiones con el fin de identificarle, ya que de momento tampoco se ha podido hacer a través de la huella.

Según la prensa local, Marcello Volpe desapareció la mañana del 12 de julio de 2011, que era el día de su vigésimo cumpleaños, y le dijo a su hermano que iba a un ebanista y volvería en un par de horas.

Cuando desapareció, Marcello Volpe tenía 20 años, medía 1,75 metros y tenía el pelo castaño, según la descripción de los carteles en los que se pedía la colaboración ciudadana para encontrarle.

Los medios de comunicación italianos han seguido informando sobre este caso y en septiembre del pasado año, por ejemplo, daban cuenta de que se le había visto en la ciudad de Forlí, en la región italiana Emilia-Romaña, a 80 kilómetros de Bolonia. Finalmente no pudo comprobarse su presencia allí.

Un año antes, en septiembre de 2015, la familia de Marcello volvió a sentirse esperanzada cuando se comunicó que había sido visto en la zona universitaria de Trento.

Ninguna de las búsquedas por los lugares en los que en estos cinco años alguien ha dicho haberle visto resultó exitosa. Habrá que esperar a que él pueda o quiera contarlo para saber dónde ha estado todos estos años.