Una mujer de 80 años falleció en la cocina de su casa de Riberas, Asturias, tras atragantarse mientras comía jamón. Era natural de esta localidad sotobarquense y fue encontrada ya muerta por familiares, según ha podido saber este periódico. La autopsia ha confirmado que la causa de la defunción fue la ingesta de este alimento.

El fallecimiento ha producido una gran conmoción en Riberas, donde la mujer era muy conocida, al igual que el resto de la familia. Según el testimonio de vecinos de la localidad, se encontraba sola cuando se produjo el atragantamiento que acabó con su vida. Esta causa de muerte es bastante habitual, teniendo en cuenta que más de mil personas fallecen en España cada año al ingerir alimentos.

Además, el jamón serrano es uno de los productos que más ahogamientos provoca en niños y en adultos. De hecho, los expertos aconsejan comerlo sin grasa y en trozos pequeños para evitar atragantamientos indeseados. Según el servicio de atención médica urgente, además del jamón serrano, también los calamares fritos y las uvas provocan problemas habituales.

Ante este tipo de situaciones, cuando se perciba que una persona tiene las vías respiratorias obstruidas lo primero que los especialistas recomiendan es provocarle tos. En el caso de no conseguir liberar las vías de esa manera, cabe optar por dar unos pequeños golpes en la espalda mientras la persona está inclinada.

Si la cuestión va a mayores, es decir, si el atragantamiento es grave, los especialistas recomiendan aplicar la denominada "maniobra de Heimlich", que consiste en rodear a la persona con los dos brazos y presionar sobre el abdomen hacia el estómago, un poco por encima del ombligo, con una mano bien cerrada y la otra recubriendo la primera.