Susto en la playa de Calas de Mallorca. La presencia de un escualo en esta concurrida playa del municipio de Manacor ha obligado a desalojar a los bañistas alrededor de las 15 horas.

Mientras algunos apuntan que puede tratarse de una tintorera, otros señalan que es un tiburón. Según testigos, el escualo mide tres metros y aún se está controlando la presencia del animal que está muy cerca de la costa.

Lo cierto es que la aparición del animal ha conmocionado a todos los bañistas y todavía se mantienen en la máxima expectación.

En esta playa se encuentra el principal núcleo hotelero del municipio de Manacor, que en plena temporada se llena de turistas ingleses y alemanes.

"No huyas"

Cabe recordar que la oceonóloga Gádor Muntaner, preguntada cómo se debe actuar si te encuentras ante un tiburón en el mar, sea de la especie que sea, recomienda en primer lugar "no huir. Y si lo haces, que no lo parezca. Es lo que hacen todas sus presas y pensará que eres una más".

"Si lo ves pasar y no se dirige hacia ti, déjale, no hay ningún peligro. Pero si va hacia ti, haz tú lo mismo. Adoptar esa actitud de depredador los va a desconcertar y no te atacarán. Si llevas gafas de bucear, es muy importante mantener el contacto visual. Y mira detrás tuyo, pueden estar acercándose por tu espalda para satisfacer su curiosidad. Si estás con alguien más, juntáte a él, parecerás más grande y desincentivarás un ataque", aconseja.

Solo hay que preocuparse cuando percibes que el animal hace movimientos erráticos y rápidos y se acerca hacia ti con las aletas pectorales bajadas. "Es una actitud sintomática de que está incómodo con tu presencia. En estos casos, piensa en salir del agua", advierte la especialista que, no obstante, quiere dejar bien claro que los ataques de tiburones a seres humanos son más cosa de las películas que de la realidad.

"Ellos suelen estar más asustados con tu presencia que tu con la suya. Llevo ya dos campañas en Isla Guadalupe, el mejor punto turístico del mundo para ver blancos en medio del mar desde una jaula, y no me falta ninguna pierna ni ningún brazo. Y yo, como científica, estoy autorizada a salir de la jaula y a nadar con ellos", tranquiliza.