Un grupo de vendedores de productos falsificados y otro formado por vigilantes de seguridad privada se enfrentaron el sábado en Puerto Banús, una de las zonas de mayor afluencia turística del municipio y que destaca por el alto número de establecimientos de marcas de lujo nacionales e internacionales.

La trifulca llamó la atención de los viandantes que paseaban por la marina y que registraron los hechos con móviles y otros dispositivos electrónicos.

Durante el altercado, que se produjo a escasos metros de uno de los accesos de entrada al recinto portuario, varios vendedores de productos ilegales retuvieron a otros compañeros para evitar que se enfrentaran a los vigilantes de seguridad.

Según el Ayuntamiento, el altercado comenzó cuando unos manteros avisaron a los agentes de la Policía Local después de que uno de ellos asegurara que había sido agredido por un vigilante de seguridad.

Las fuentes municipales no han sabido precisar si el supuesto agresor era uno de los responsables de la seguridad del puerto o de uno de los comercios.

El caso es que ante el aumento de la tensión y algunos forcejeos, varios policías locales tuvieron que sujetar a un agente de la seguridad privada para retirarle de la zona y evitar así males mayores.

Al mismo tiempo, varios policías locales tuvieron que mediar entre el grupo de vendedores ambulantes para disolverlo y calmar los ánimos.

Antecedentes

No es la primera vez que vendedores de productos ilegales protagonizan momentos de tensión con los agentes de la Policía Local. En septiembre, un vendedor aprovechó un descuido de un agente para recuperar los productos falsificados que le había confiscado y a finales de agosto, unos 50 'manteros' se enfrentaron a unos diez policías, también en Puerto Banús.

El Ayuntamiento de Marbella comenzó en octubre a diseñar una campaña de concienciación contra la venta ambulante de productos falsificados que pretende estar operativa de cara al inicio de la temporada alta de 2019.

El objetivo es que los visitantes tengan claro que la venta de productos falsificados es ilegal y que, además, su compra tiene unos efectos muy perniciosos y daña económicamente al pequeño y mediano comercio local.

La Policía Local intervino en el primer cuatrimestre del año 1.766 productos falsificados y en el segundo, 14.215.