Un crimen brutal y sin autor identificado. La Policía Nacional investiga la muerte de una mujer transexual, de 38 años y nacionalidad brasileña, tras haber recibido, como poco, quince puñaladas en una casa de citas de la popular calle avilesina de La Cámara. Respondía al nombre de Paloma. El agresor se ensañó con la víctima, a tenor de las primeras indagaciones. Le propinó las puñaladas tanto por la parte delantera del cuerpo como por la posterior. Los investigadores no descartan que se trate de un crimen pasional, aunque tampoco está en absoluto descartado que el responsable fuera cliente de la víctima. Todas las posibilidades están abiertas. El cuerpo fue hallado por una mujer que iba a limpiar el piso.

Según las primeras hipótesis, la agresión no ocurrió el sábado por la tarde. El cadáver llevaba, al menos, un día en el interior del inmueble, situado en una de las principales vías de la ciudad asturiana. La víctima no residía en la casa, ubicada en la puerta izquierda de la séptima planta y que, según fuentes vecinales, es usada por personas que, presumiblemente, ejercen la prostitución. Según ha podido saber La Nueva España, la mujer había alquilado una de las habitaciones días antes en compañía de un varón.

Según fuentes consultadas, si el homicida se tratara de un cliente, el delito al que se podría enfrentar sería de odio. Sin embargo, en el caso de que el agresor fuera su pareja, el delito sería de violencia de género porque la víctima es un mujer transexual.

El hallazgo del cuerpo de Paloma ocurrió hacia las cuatro de la tarde. Una mujer que acudía al piso a realizar labores de limpieza se encontró de bruces con la aterradora escena: una persona apuñalada en más de quince ocasiones. Tan pronto como pudo reponerse tras contemplar el escenario, la empleada del hogar telefoneó a la Policía Nacional. En ese mismo momento comenzó la investigación para determinar la causa exacta de la muerte y detener al agresor o agresores.

Varios coches patrulla peinaron la zona minutos después de la llamada con la intención de dar con el paradero del agresor. No hubo suerte. Por el momento, los agentes de la Policía Nacional no han detenido a ninguna persona vinculada con el homicidio de la brasileña de 38 años.

La brutalidad de la agresión, con múltiples heridas en varias partes del cuerpo, movilizó a investigadores de las comisarías de Gijón y Oviedo. Especialistas de la Policía científica y de la judicial pasaron más de cuatro horas en el escenario del crimen tomando huellas e intentando encontrar alguna prueba que les diera pistas sobre el agresor y su posible paradero. Es más, varios agentes vestidos de paisano llegaron a investigar en el interior de, al menos, cuatro contenedores, los más próximos al portal número 62 de la calle de La Cámara.

Por lo que ha trascendido de la investigación, los agentes de la Policía Nacional no obtuvieron prueba alguna en esos contenedores. Tampoco ha trascendido si el autor o autores del crimen se llevaron el arma blanca que usó para acabar con la vida de Paloma.