La explosión en la empresa petroquímica de Tarragona llegó a registrarse en los simógrafos. Analizando las imágenes de la cámara de seguridad de la explosión en la petroquímica de Tarragona, se aprecia cómo de la bola de fuego sale despedido un objeto de grandes dimensiones. Por la trayectoria podría ser el que acabó entrando en una casa o algunos de los fragmentos encontrandos en los descampados de la zona.

"La energía que liberó la explosión fue descomunal", apunta Juan Carlos Serrano, doctor en Química y profesor de la Universidad Loyola de Sevilla, "el ejemplo más claro es el de una olla a presión que se ha cerrado mal".

Según un calculo aproximado la plancha metálica que llegó hasta la casa del hombre fallecido podría haber alcanzado una velocidad de 500 kilómetros por hora. Incluso los sismógrafos de la zona han registrado el accidente.