La Policía Nacional ha detenido a siete hombres, con edades comprendidas entre 25 y 41 años, acusados de estar implicados en la muerte de una mujer de 74 años de Valladolid, que fue hallada en su casa amordazada y con golpes y contusiones.

La delegada del Gobierno en Castilla y León, Mercedes Martín, ha informado este miércoles en rueda de prensa junto a mandos de la Policía Nacional sobre la Operación Mariya -María en búlgaro-, desarrollada durante quince meses tras el hallazgo de la víctima, el 17 de octubre de 2018.

Fruto de esta investigación, se encuentran presos el supuesto autor intelectual del suceso, de nacionalidad española, y otras cuatro personas, de nacionalidad búlgara; una sexta persona se encuentra detenida en la República Checa a la espera de su extradición a España y una séptima permanece en libertad con cargos, ambas también oriundas de Bulgaria.

Todo ellos están acusados de homicidio, robo con violencia, detención ilegal y pertenencia a grupo criminal, ha explicado la delegada.

La víctima, llamada María, fue hallada sin vida en el pasillo de su casa, amordazada con cinta plástica, con golpes y contusiones.

Fue uno de los tres hijos de María el que avisó a la Policía porque su madre no le contestaba al teléfono, por lo que los agentes acudieron al domicilio, en el que no hallaron ninguna de las dos puertas de acceso forzada y localizaron una caja fuerte cerrada en una habitación.

Había ropa tirada por el suelo y armarios revueltos, y lo investigadores comprobaron que habían permanecido en la casa unos quince minutos, entre las 13.00 y las 13.00 horas, y abandonaron el domicilio de forma apresurada.

O los autores tenían llave o ella misma abrió la puerta, un supuesto este último "difícil" de creer por que era "muy escrupulosa" al preservar su seguridad, ha detallado la delegada, ya que hace nueve años sufrió otro intento de robo, que no tiene relación con el que provocó su muerte.

La caja fuerte contenía 223.000 euros en metálico - de origen lícito - y joyas, sin que los ladrones pudieran abrirla, ya que sí obtuvieron la clave pero no una llave necesaria también para la apertura y que la dueña de la casa guardaba en un escondite y cambiaba de sitio con frecuencia -los agentes la encontraron en un bolso de una chaqueta tras dos horas de búsqueda-.

Al parecer, los asaltantes la golpearon para que les facilitara la llave, pero la mujer no lo hizo, tras lo que los ladrones se llevaron como único botín algunas joyas y poco dinero, aunque después los policías encontraron en la casa más de 75.000 que se encontraban escondidos.

La "clave" para la identificación y detenciones fue una "apuesta arriesgada", seguir la pista de un vehículo Renault Scenic, para lo que contaron con la colaboración de esta marca con el fin de conocer la versión, modelo y año de fabricación, además de contactar con Tráfico para saber la situación del coche, ha precisado el jefe superior de Policía de Castilla y León, Juan José Campesino.